EL GRAN RETO DE GESTIONAR LA DIVERSIDAD DENTRO DE UN EQUIPO DE TRABAJO
Sara Polo, Gestión de Servicios Generales y Administración.
Gestionar la diversidad dentro de una organización, es un proceso continuo que implica la creación de un entorno inclusivo y equitativo para todos los integrantes del equipo, independientemente de cuáles sean sus diferencias y que se ha convertido en una característica vital a las organizaciones.
La gestión de la diversidad de un equipo y su bienestar general, es un reto alentador, porque en la ecuación hay diferencias generacionales, diferencias culturales, orígenes étnicos diferentes, creencias, idiomas, etc., que enriquecen la organización y que a la vez hay que tener mucho en cuenta para generar un espacio seguro.
Encontrar el punto de unión en un grupo con diferentes gustos, intereses y maneras de entender la vida, no siempre es un hito tan fácil de lograr como podría parecer en un inicio. Puede parecer evidente que a todo el mundo le gusta practicar deporte, el teatro, la música, dibujar, comer alimentos normalizados… pero, ¿qué pasa cuando quieres plantear una actividad al gusto de todo el mundo, donde todos nos sintamos cómodos y disfrutemos de lo que se nos propone? ¿Qué pasa cuando la actividad sugerida te gusta y querrías disfrutarla, pero tu cuerpo no reacciona como cuando tenías 20 años? Aquello que para algunos es un regalo de la vida, adrenalina pura, alegría, felicidad y disfrute, para otras quizás no es la opción más deseada. Aquello que a algunos nos puede parecer una tontería, para otras puede ser muy importante e incluso el motor de su vida…
Aquí es donde está la riqueza de hacer un ejercicio de empatía para gestionar la diversidad y dejar el juicio aparcado en la entrada de las oficinas.
A veces, damos por sentadas cosas que, a priori, parecen evidentes y después vienen las sorpresas. Y es cuando nos ponemos las manos en la cabeza y decimos aquello de: ¿Cómo no lo había pensado antes?
Entonces, ¿qué tenemos que hacer para gestionar la diversidad y que las personas se sientan que están en un ambiente seguro y de calidad humana? ¿Cómo lo hacemos de manera efectiva? Habrá que promover y fomentar la cultura de inclusión, el respeto mutuo, la apertura a diferentes perspectivas y celebrar las diferencias individuales.
- Fomentar el liderazgo inclusivo, de forma que los líderes de la organización sean un ejemplo y modelo a seguir, ofreciendo oportunidades de inclusión y en su toma de decisiones.
- Políticas y prácticas de contratación inclusiva, garantizando un proceso de selección justo y equitativo.
- Programas de desarrollo y formación que ofrezcan igualdad de oportunidades a todos los miembros del equipo. Estos programas tienen que estar basados en el mérito y permitir el crecimiento de todas las personas por igual.
- Comunicación abierta y honesta, creando espacios seguros donde los miembros del equipo puedan expresarse y compartir experiencias, generando apoyo y potenciando el sentimiento de pertenencia.
- Evaluación y seguimiento, realizando evaluaciones periódicas, para medir el progreso y la evolución del clima laboral.
- Fomentar el trabajo en equipo, organizando actividades que fomenten la colaboración, compartiendo espacios y dinámicas que ayudan a conocer las fortalezas y habilidades de los otros.
- Cuando surjan diferencias, buscar soluciones que puedan satisfacer las necesidades y preocupaciones de todos los miembros del equipo.
Además de estos puntos clave, una buena manera, es observar y escuchar. Hay que aprovechar cada encuentro: una pequeña reunión en la hora de la comida, lo que se nos explica en la pausa del café o un comentario rápido en el pasillo, nos ayudarán a prever si aquello que hemos pensado y trabajado será un éxito y generará sentimiento de pertenencia dentro de la organización.
Cuando tengamos una propuesta, buscaremos la iniciativa que genere un mayor impacto positivo para todo el equipo y que se adapte al interés de la mayoría, siempre dentro de los objetivos que están establecidos para lograr un alto sentimiento de pertenencia y cohesión grupal.
Sabemos que no siempre conseguiremos un 10 de 10, pero sí, como mínimo, encontramos aquel punto en que la actividad o la propuesta nos dé la oportunidad de explorar nuevas opciones y si se facilita el desarrollo de esta, ya tenemos mucho ganado.
También hay que tener muy presente en la hora de preparar una dinámica, una cena, una reunión… es el respeto a las ideologías y las costumbres. A la decisión y convicción de una determinada forma de vivir y de alimentarse. No podemos ningunear estas casuísticas que fácilmente pueden pasar desapercibidas, pero que el otro reconoce y aprecia cuando alguien ha pensado y ha puesto en valor.
Tener cura del equipo, también quiere decir respetar que el otro puede querer mantener una parcela de su privacidad y no compartirla.
El sentimiento de pertenencia y de inclusión se construye en el día a día y surge de forma orgánica y natural, cuando se ha puesto en valor tu opinión, tus preferencias y han pensado en tus características. Y todas estas acciones cotidianas, te dan la certeza que eres una pieza clave dentro de la organización.
Desde el área de personas, intentamos proponer actividades y dinámicas que no solo cumplan con el objetivo marcado desde dirección, de cohesionar e incentivar el sentimiento de pertenencia, sino, dar la oportunidad a los otros de descubrir que el bienestar, empieza cuando te sientes escuchado, respetado y acompañado.