Alianzas en el Tercer Sector: la importancia de la Colaboración y el Compromiso ESG de las empresas con la sociedad

ALIANZAS EN EL TERCER SECTOR: LA IMPORTANCIA DE LA COLABORACIÓN Y EL COMPROMISO ESG DE LAS EMPRESAS CON LA SOCIEDAD

Paco Romero, Responsable de Desarrollo y Alianzas – Zing Programme

En la actualidad, el tercer sector desempeña un papel clave en la transformación y el progreso de las comunidades y sociedades en todo el mundo. Las organizaciones sin ánimo de lucro y entidades sociales se dedican a abordar desafíos complejos, desde la educación y la salud hasta la igualdad de género y la sostenibilidad ambiental, desafíos donde el sistema público no está llegando y que la sociedad necesita sean abordados para prosperar. Sin embargo, para lograr un impacto verdaderamente significativo, estas organizaciones han comenzado a explorar la fuerza de las alianzas estratégicas con el sector privado, aprovechando las prácticas ESG como puente entre los objetivos sociales y empresariales.

El tercer sector se encuentra en una encrucijada de crecimiento y desafíos. A medida que los problemas sociales se vuelven más interconectados y complejos, las organizaciones sin ánimo de lucro se enfrentan a la necesidad de innovar y colaborar en nuevas formas para poder llegar a cumplir con su misión. La financiación, la visibilidad, generar un entorno más favorable, y la optimización de recursos, así como la profesionalización de ciertos aspectos de las estructuras organizativas y algunos departamentos, además de acceder a nuevas localizaciones geográficas, son preocupaciones persistentes en las entidades sociales, lo que ha llevado a una búsqueda de alianzas estratégicas que puedan amplificar su impacto.

Alianzas: Un Enfoque Integral

A lo largo de la historia de la literatura económica han aparecido multitud de definiciones sobre las alianzas estratégicas. Haciendo una compilación de todas ellas podríamos decir que una alianza estratégica puede ser un acuerdo organizacional que facilita relaciones cooperativas entre múltiples organizaciones, con un grado variable de autonomía e interdependencia, pero en el que todas ellas aportan competencias clave, y tienen necesidad de las competencias ajenas. Con un objetivo común, y un valor estratégico importante para todas ellas, y que supone una involucración en el tiempo. Son relaciones basadas en la confianza y la coordinación, junto con la consideración de riesgos y la búsqueda de recursos para mejorar la competitividad. En este caso hablaremos de las relaciones entre entidades sociales y empresas privadas.

Estas colaboraciones entre entidades sociales y empresas se han convertido en una herramienta poderosa para abordar estas preocupaciones. Al unir fuerzas, ambas partes pueden aprovechar sus fortalezas únicas para abordar problemas sociales y ambientales, generando sinergias. Las empresas aportan recursos financieros, experiencia operativa y una red global, mientras que las organizaciones sin ánimo de lucro aportan una comprensión profunda de los problemas sociales, y un know how de cómo afrontarlos.

Tipos de Colaboración entre entidades sociales y empresas

  1. Filantropía y Patrocinios: La filantropía corporativa consiste en donación de dinero, recursos o bienes, por parte de las empresas a entidades sociales para respaldar sus causas y proyectos. Los patrocinios son acuerdos en los que una empresa financia eventos, programas u otras iniciativas de una entidad social a cambio de visibilidad y reconocimiento.
  2. Voluntariado Corporativo y Ejecutivo: El voluntariado corporativo implica que los empleados de la empresa dediquen parte de su tiempo (tanto laboral como tiempo libre) y habilidades a actividades sociales, como ayudar en proyectos comunitarios o en eventos de caridad. El voluntariado ejecutivo involucra a líderes de la empresa en roles de voluntariado.
  3. Asistencia Técnica y Servicios Pro Bono: Las empresas pueden ofrecer su experiencia y habilidades profesionales a entidades sociales de manera gratuita o a un costo reducido. Esto puede incluir servicios legales, contables, de marketing, tecnológicos, etc.
  4. Marketing Social: El marketing social implica que la empresa se involucre en actividades que promuevan un cambio social positivo, como campañas de concienciación. El marketing con causa es cuando una empresa vincula la venta de sus productos o servicios con el fin de apoyar causas sociales. Esta parte también podría incluir la asociación de marcas para dar visibilidad y sensibilizar para crear un entorno favorable a la consecución de la misión.
  5. Desarrollo e Implementación Conjunta de Programas o Empresas Sociales: Empresas y entidades sociales pueden colaborar para crear y desarrollar programas o proyectos que aborden problemas sociales de manera sostenible, pero no solo a través de programas conjuntos, yendo un paso más adelante puede materializarse a través de la creación de empresas de carácter social.

(Fuente: elaboración propia a partir de “La colaboración efectiva en las ONGs”, ESADE 2012)

Cada una de estas formas de colaboración brinda distintas oportunidades para que empresas y entidades sociales colaboren conjuntamente, con el propósito de enfrentar desafíos sociales y crear un impacto positivo en la comunidad. La elección de la forma de colaboración se basa en los objetivos y recursos tanto de las empresas como de las entidades sociales, además de la índole de la causa que ambas partes desean respaldar.

Según una encuesta que realizó el Instituto de Innovación Social de ESADE en 2015, preguntando sobre cuáles son los motivos de las ONG para buscar alianzas estratégicas con empresas, el resultado fue el siguiente:

(Fuente: “Colaboraciones ONG y empresa que transforman la sociedad”, ESADE 2014-15)

Desde Nous Cims, el motor que nos empuja para crear alianzas o colaboraciones estratégicas es el poder dar un valor añadido a nuestros proyectos. Entre los motivos principales que se extraen del estudio, son la obtención de servicios pro-bono, ayuda a la hora de sensibilizar e influir con el fin de crear un entorno favorable, y sobre todo el aprendizaje e intercambio de experiencias. En Nous Cims somos generadores de conocimiento, y aplicamos un sistema SEA de Seguimiento, Evaluación y Aprendizaje en todos los programas que desarrollamos, por lo que la idea de aprender e intercambiar conocimiento con otras organizaciones es crucial para conseguir nuestra misión.

La Responsabilidad de las Empresas en el Mundo Actual y su Relación con los criterios ESG

En el contexto actual, las empresas desempeñan un papel vital en la configuración del futuro global. La adopción de prácticas ESG (ambientales, sociales y de gobernanza) es un reconocimiento de que el éxito económico está entrelazado con el bienestar social y ambiental. Las empresas tienen la responsabilidad de generar un impacto positivo en la sociedad y su entorno, y esta responsabilidad se ha convertido en un aspecto fundamental de su identidad y reputación, además de ser un elemento diferenciador respecto a sus competidores, y que cada vez más consumidores tienen en cuenta a la hora de seleccionar los productos o servicios que van a adquirir. Las políticas ESG de las empresas van a ser primordiales a la hora de relacionarse con todos sus stakeholders.

La integración de estas prácticas ESG en las alianzas entre empresas y entidades sociales crea un puente sólido entre los objetivos sociales y empresariales. Las prácticas ESG permiten a las empresas evaluar y gestionar su impacto en la sociedad y el medio ambiente de manera más sistemática y transparente. Al trabajar en estrecha colaboración con entidades sin ánimo de lucro, las empresas pueden ampliar su alcance y apoyar proyectos que refuercen sus valores y objetivos ESG.

Según el estudio mencionado anteriormente de ESADE, en el que se mostraban los motivos por las que las ONGs colaboraban con las empresas, en el otro lado de la mesa nos encontramos los motivos por los que las empresas deciden aliarse con entidades sociales; y los resultados fueron los siguientes:

(Fuente: “Colaboraciones ONG y empresa que transforman la sociedad”, ESADE 2014-15)

Para garantizar la efectividad de estas alianzas, va a ser fundamental medir el impacto social. La medición rigurosa no solo demuestra el valor de las iniciativas conjuntas, sino que también permite una mejora continua. Utilizar métricas ESG ayuda a evaluar el progreso hacia objetivos sociales y ambientales, permitiendo a ambas partes comprender mejor el alcance de su contribución. Seleccionar unos correctos KPIs van a ayudar a la empresa a saber explicar mejor su labor social.

Desafíos y Obstáculos de las Alianzas ESG

Si bien las alianzas ESG pueden ser poderosas, enfrentan desafíos. La alineación de valores entre empresas y organizaciones sin ánimo de lucro puede ser complicada. Además, la gestión de expectativas y la coordinación de esfuerzos pueden ser desafiantes, especialmente cuando las metas ESG son ambiciosas. También es importante abordar los posibles conflictos de intereses que podrían surgir y garantizar la transparencia en las acciones y resultados.

Como conclusión, podríamos indicar que las alianzas en el tercer sector han demostrado ser una fuerza poderosa para el cambio social, sobre todo apoyadas por el compromiso del sector empresarial a través de la incorporación de las prácticas ESG en estas alianzas, es una nueva forma de
involucrar al sector privado en la consecución de objetivos con enfoque en impacto social, como son las misiones de las entidades sin ánimo de lucro. A medida que el tercer sector y el sector privado continúan colaborando en diversas formas, el potencial para abordar desafíos globales se expande, creando un camino hacia un futuro más sostenible e inclusivo para todos.

Desde la Fundación Nous Cims y en concreto desde el programa Zing, colaboramos con empresas que nos ayudan a desarrollar nuestro proyecto en todas las fases del mismo, en el acompañamiento a jóvenes que becamos, desde la fase de vocación hasta la incorporación laboral, poniendo el broche de oro a la excelencia del trabajo que cada uno de ellos realiza, a partir del momento en que reciben la beca hasta que encuentran su primera oportunidad laboral.

Todas estas empresas desarrollan su forma de contribuir a nuestro programa, de distintas maneras, financiando becas, cediendo espacios, a través de un voluntariado corporativo, mediante mentoría o charlas profesionales, abriéndonos su bolsa de empleo… Distintas maneras en las que crear colaboraciones estratégicas y que ayuden a poder generar oportunidades a jóvenes con mucho talento y que hasta ahora nadie les ha podido dar una ayuda para que logren desarrollarlo.

Bibliografía:

  1. Austin, J. (2003). El desafío de la colaboración. Cómo las organizaciones sin fines de lucro y las empresas comerciales alcanzan el éxito mediante alianzas estratégicas.
  2. Maria Iglesias & Ignasi Carreras (2012-13). La colaboración efectiva en las ONG. Alianzas estratégicas y redes. Programa ESADE-PwC de Liderazgo Social.
  3. Sira Abenoza · Ignasi Carreras · Maria Sureda (2014-15). Colaboraciones ONG y empresa que transforman la sociedad. Programa ESADE-PwC de Liderazgo Social.
  4. Miguel David Rojas López, Carolina Rincón López,Santiago Mesa León (2012-2014). Alianzas estratégicas: alternativas generadoras de valor.
  5. Javier Rueda & Alicia Rueda (2015). Pequeñas grandes empresas.
  6. Enrique Ogliastri (2003). Alianzas Cívicas y la Empresa Social: Una Introducción. Revista Latinoamericana de Administración.
  7. Alejandro Flores Castro (2011-2012). Empresa social basada en alianzas. El caso del mercado de saneamiento como modelo de cambio e innovación social.
  8. Barómetro del Tercer Sector de Acción Social en España 2022. Análisis de situación y estudio temático prospectivo. Plataforma de ONG de Acción Social.
  9. Informe España 2006. Colaboración entre empresas y ONGs: hacia una sociedad mejor estructurada. Fundación Encuentro.
  10. Benjamin A. Neville (2005). Corporate reputation, stakeholders and the social performance-financial performance relationship. (European Journal of Marketing)


Jornada Empleabilidad Saint Louis, Senegal

Más de 200 jóvenes de todo el departamento asistieron ayer en Saint Louis a la Jornada de la Empleabilidad, presidida por la Viceprefecta, con la participación de al menos 15 instituciones públicas y entidades sociales. La Jornada tuvo como objetivo acercar y conectar con el ecosistema laboral a la población joven del departamento, muy afectada por el desempleo.

Se compartieron los desafíos en el sector de la empleabilidad, pero también las diferentes oportunidades, en una jornada muy completa. Comenzó con el testimonio de jóvenes que compartieron las dificultades que enfrentan, seguido de las reflexiones de un panel de expertos.

La jornada se completó con una exposición de stands de la mayoría de estructuras estatales, organizaciones sociales e iniciativas privadas que trabajan en empleabilidad en Saint Louis. De esta manera, los jóvenes pudieron acceder a información holística relativa a la oferta existente de formación profesional y soft skills en relación con profesiones prometedoras, a oportunidades en relación con la expendeduría y a programas y apoyos existentes en cuanto a la inserción laboral.

Esta Jornada representa el primer gran éxito del Grupo Temático (GT) de Empleabilidad del Departamento de Saint Louis, un grupo multi actor creado en marzo y formado por instituciones públicas y organizaciones de la sociedad civil que trabajan en el ámbito del empleo juvenil.

Desde Nous Cims apoyamos la dinamización de este grupo multi actor que tiene como objetivo estimular y generar sinergias entre los diferentes actores del área que trabajan en esta área. Justamente la semana pasada, el grupo diseñó su estrategia de cambio que tiene en cuenta las distintas políticas y planes estatales en esta materia y que ayudará a alcanzar objetivos compartidos y coordinados en los próximos 10 años. Enhorabuena al Grupo Temático de parte de todo el equipo de Nous Cims, ¡seguimos avanzando!


Talleres para finalizar la estrategia de Zonas Modelo en Senegal

En 2021 desde Nous Cims revisamos la estrategia del área de Desarrollo Global para los próximos 5 años y se decidió centrar la acción en dos países, Senegal y Colombia, y en 3 ejes sectoriales, Nutrición, Educación y Empleabilidad. También se determinó, en estos dos países, trabajar con miras a la concentración geográfica. Esto se materializó con el establecimiento de las llamadas “Zonas Modelo”, áreas que serán apoyadas y monitoreadas por la fundación durante 10 años. Con la esperanza de poder propiciar cambios para mejorar la situación en materia de nutrición, educación de la infancia y empleabilidad de los jóvenes, así como a la mejora de otros elementos transversales como la equidad de género y el fortalecimiento del tejido social.

En Nous Cims hemos definido un proceso para la conceptualización e implementación de este nuevo enfoque de trabajo en las ZM. Este proceso ha durado 2 años, con el objetivo de sentar bases sólidas para comenzar a partir de 2024 con un enfoque bien consolidado y adecuado por parte de los diferentes actores involucrados.

El siguiente diagrama identifica los momentos de este proceso en 2022 y 2023:

  • Taller de puesta en marcha de las 2 Zonas Modelo (finales 22 de marzo)
  • Pre diagnóstico de ZM (junio/22 de julio)
  • Talleres preliminares para definir el programa geográfico de las dos MZ (22 de septiembre)
  • Talleres de revitalización de ZM (constitución de Grupos Impulsores y Grupos Temáticos) (23 de marzo)
  • Talleres para finalizar las estrategias zonales de las 2 ZM (tema de estos TdR)

El taller de puesta en marcha tuvo lugar los días 29 y 30 de marzo 2023 en Thiès y reunió a los actuales socios locales de Nous Cims en las dos zonas. Este taller sirvió para presentar a los socios actuales de la fundación en los departamentos de St Louis y Pikine la nueva estrategia de Zonas Modelo; desarrollar un mapeo de actores/ análisis de poder con enfoque de ZM; y desarrollar un primer borrador sobre la dinámica de cambio en cada ZM que guiará las exploraciones a realizar en el diagnóstico.

El Pre diagnóstico nos permitió, para cada una de las zonas, establecer un diagnóstico resumido de la zona y de la situación en cuanto a los 3 programas (nutrición, educación, empleabilidad). Al final del ejercicio se elaboró un informe de diagnóstico. Contiene un resumen de la información principal y situación actual, así como las conclusiones de los análisis de los datos recogidos (primarios y secundarios). Este ejercicio, aunque superficial, nos permitió, el 22 de septiembre, avanzar en las primeras reflexiones del TOC por programa.

El taller preliminar de definición estratégica de ZM sirvió para presentar el prediagnóstico. A partir de aquí, se esbozó un primer borrador de la Teoría del Cambio (ToC) para cada uno de los 3 temas.

El taller de dinamización de las ZM permitió conformar los órganos de gestión del trabajo que la fundación pretende facilitar en cada una de las ZM. Es así como en cada ZM se ha formalizado un grupo impulsor (GM) que supervisa + 3 grupos temáticos que resultan del mismo (TOR, composición y elección de coordinadores). El taller también nos permitió trabajar 2 aspectos más:

  • Identificación de 2 ejes transversales por parte de las ZM que serán objeto de una agenda de trabajo de GM así como su transversalización en estrategias programáticas.
  • Cada GT identificó los aspectos de diagnóstico y reforzó

Profundización del diagnóstico: cada GT pondrá en marcha un plan de acción para las actividades necesarias para completar el diagnóstico.

Y finalmente estamos en la culminación de la fase de conceptualización: talleres para finalizar la estrategia ZM. El objetivo general de este taller (realizado en Pikine y Saint Louis del 2 al 7 de octubre de 2023) ha sido finalizar el trabajo iniciado en septiembre de 2022 en términos de definición estratégica para cada una de las dos zonas durante los 10 años que NC pretende estar presente.

Los objetivos específicos de la jornada de trabajo han sido:

  • Presentar las conclusiones del diagnóstico en profundidad.
  • Establecer si el tamaño de una ZM tal como se define hoy es realista/nos conviene vs los cambios esperados a 10 años
  • Definir, teniendo en cuenta los primeros borradores de los talleres de septiembre, la estrategia a 10 años para cada ZM que debe incluir:
    • Cambios deseados y estrategias en aspectos transversales (definidos en los talleres de dinamización). Incluir indicadores a 10 años y puntos de referencia/hitos intermedios a 3 años
    • Estrategias programáticas basadas en la Teoría del Cambio y que tendrán en cuenta aspectos transversales. Se definirán las metas (valores concretos buscados después de 10 años) de los indicadores programáticos, así como “benchmarks/hitos” intermedios a 3 años.

Agradecemos la participación de nuestras entidades locales por su esfuerzo, compromiso y colaboración. Nos espera por delante un gran trabajo juntos.


Reflexión sobre el cambio climático y la nutrición

REFLEXIÓN SOBRE EL CAMBIO CLIMÁTICO Y LA NUTRICIÓN

Inés Azaiez, Programme Manager Nutrición, Área Desarrollo Global

“Está claro que las decisiones que tomamos cada día, cómo calentamos nuestras casas, lo que comemos, cómo nos desplazamos y lo que elegimos comprar, están haciendo que nuestros alimentos sean menos nutritivos y poniendo en peligro la salud de otras poblaciones y las generaciones futuras” (Sam Myers, científico principal de la Escuela de Harvard).

El cambio climático es uno de los desafíos más grandes que enfrentan tanto nuestra generación como las futuras. La crisis climática se está acelerando más rápido de lo que se anticipaba anteriormente, con diversos modelos que predicen impactos alarmantes hasta catastróficos en los seres humanos y el medio ambiente. En un mundo donde la desnutrición disminuye muy lentamente y la sobrealimentación aumenta rápidamente, el cambio climático tendrá efectos multifacéticos y graves en el estado nutricional y, por lo tanto, en la supervivencia, la salud y los resultados del desarrollo. El cambio climático y la nutrición tienen agendas superpuestas y una colaboración mejorada podría generar una agenda común para ambas.

Según la FAO [1], se estima que entre 691 y 783 millones de personas en el mundo tuvieron que hacer frente al hambre en 2022, mientras que más de 3.1 mil millones de personas en el mundo, es decir, el 42%, no pudieron permitirse una dieta saludable en 2021.

En la actualidad, se estima que 148.1 millones de niños menores de cinco años (22.3%) padecen de retraso en el crecimiento, 45 millones (6.8%) sufren de desnutrición aguda y 37 millones (5.6%) tienen sobrepeso.

Los últimos informes publicados por el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático [2] confirman que las actividades humanas, principalmente a través de las emisiones de gases de efecto invernadero, han causado de manera inequívoca el calentamiento global, con una temperatura superficial global que supera en 1.1°C a la de 1850-1900 en el período de 2011-2020. Las emisiones globales de gases de efecto invernadero han seguido aumentando durante el período de 2010-2019, con contribuciones históricas y continuas desiguales derivadas del uso insostenible de la energía; del uso de la tierra y los cambios en el uso de esta; estilos de vida y patrones de consumo y producción en regiones, entre y dentro de países, y entre individuos.

El cambio climático causado por el ser humano ya está afectando al clima y las condiciones climáticas extremas en todas las regiones del mundo. Esto ha llevado a impactos adversos generalizados en la seguridad alimentaria y el agua, la salud humana y en las economías y la sociedad, además de pérdidas y daños relacionados con la naturaleza y las personas. Y las comunidades vulnerables que históricamente han contribuido menos al cambio climático actual se ven afectadas de manera desproporcionada.

Cambio climático y desnutrición

El cambio climático agrava la desnutrición a través de tres vías causales relacionadas con (o a través de efectos combinados en) la seguridad alimentaria, las prácticas de cuidado y la salud. Cuantificar los efectos del cambio climático en la desnutrición es un ejercicio complejo debido a las múltiples vías causales que conducen a la desnutrición [3].

Un conjunto cada vez mayor de pruebas indica que la desnutrición en todas las poblaciones, especialmente en poblaciones vulnerables (como mujeres, bebés, niños y adolescentes), es probable que se magnifique debido al cambio climático, a menos que se tomen contramedidas efectivas. Los impactos de la variabilidad y el cambio climático en la nutrición ocurren de manera indirecta, al exacerbar las amenazas existentes para “alimentos, cuidados y salud”. Los mecanismos a través de los cuales el cambio climático pone en peligro los determinantes relacionados con la nutrición de “alimentos, cuidados y salud” son numerosos. Las flechas a la izquierda en la Figura 1 resaltan que la variabilidad y el cambio climático también pueden afectar a todo el sistema alimentario en múltiples niveles (inmediatos, subyacentes y básicos).”

Figura 1: Marco conceptual: seguridad climática y nutricional: OMS, 2021 [4].

Las ramificaciones del cambio climático en los resultados nutricionales en el futuro se estiman como significativas, y el empeoramiento de las amenazas actuales a la seguridad alimentaria y nutricional solo dificultará y encarecerá aún más la reducción de la desnutrición en las próximas décadas. Además, la desnutrición socava la salud y los mecanismos para enfrentar estas situaciones de las poblaciones vulnerables, disminuyendo su capacidad para ser resilientes y adaptarse a otras consecuencias del cambio climático. El Quinto Informe de Evaluación del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) concluye con alta confianza “que el cambio climático tendrá un impacto negativo sustancial en (i) la disponibilidad de calorías per cápita; (ii) la desnutrición infantil, especialmente el retraso en el crecimiento; y (iii) las muertes infantiles relacionadas con la desnutrición y los años de vida ajustados por discapacidad (AVAD) perdidos en los países en desarrollo” [4].

El cambio climático empeora los sistemas alimentarios insostenibles al afectar a todos los aspectos de la seguridad alimentaria: disponibilidad, acceso, utilización y estabilidad, a través de diversos impactos en cultivos, plagas, enfermedades, malezas, polinización, bosques, ganado y fuentes de alimentos acuáticos.

La disponibilidad de alimentos se verá directamente afectada por el aumento de la variabilidad climática y el cambio climático a largo plazo. El calentamiento a largo plazo, el aumento del dióxido de carbono atmosférico (CO2) y los patrones de precipitación alterados tendrán un amplio impacto en la producción agrícola y los activos de subsistencia, aumentando los requisitos de riego. Esto aumentará el estrés por calor y agua en áreas que ya están bajo presión, al tiempo que aumentarán las plagas y enfermedades en cultivos y ganado, disminuyendo así los rendimientos y cambiando la idoneidad de las áreas para la producción de alimentos. En el sur de Madagascar, cuatro años de sequías sucesivas han devastado las cosechas y dificultado el acceso a los alimentos, y la zona está al borde de experimentar la primera “hambruna por cambio climático” del mundo, según la ONU [5].

El IPCC [6] ha concluido que los riesgos de enfermedades transmitidas por alimentos y agua y enfermedades transmitidas por vectores aumentarán, afectando aún más a la nutrición como consecuencia de las temperaturas más altas, el clima extremo y los cambios en los patrones de precipitación. En 2019, condiciones climáticas inusuales exacerbadas por el cambio climático crearon condiciones propicias para un brote de langosta del desierto que destruyó alimentos y vegetación y puso en peligro la seguridad alimentaria en África, el Medio Oriente y Asia del Sur. Una evidencia reciente de Tanzania también identifica la asociación entre la reducción de los rendimientos de cereales (maíz) y la desnutrición materna durante el embarazo como las principales vías que vinculan los golpes de calor con la producción agrícola y, consecuentemente, el retraso en el crecimiento infantil. El aumento de la acidificación del océano y otros cambios adversos en la ecología marina también afectarán a los hogares que dependen del pescado para mantener sus medios de vida y nutrición. Por ejemplo, un estudio ha estimado una reducción del 92% en los hábitats de arrecifes de coral para 2100 debido al calentamiento y la acidificación del océano [7].

Existen pruebas de que los niveles crecientes de dióxido de carbono causados por la actividad humana pueden estar reduciendo los niveles de nutrientes (proteínas, hierro y zinc) en alimentos vegetales, especialmente en cereales y legumbres. Estos son nutrientes esenciales para la salud de las personas y representan riesgos importantes para la salud en países en desarrollo, donde las deficiencias de zinc, hierro y proteínas causan graves problemas de salud. Los cultivos de cereales son la principal fuente de proteínas y micronutrientes en muchos países de bajos ingresos. El cambio climático también es uno de los principales impulsores de la pérdida de biodiversidad en la agricultura, lo que a su vez reduce la capacidad del sistema alimentario para responder a adversidades y factores de estrés, incluido el cambio climático adicional.

Se espera que el aumento del estrés por calor y agua incremente la incidencia de patógenos alimentarios y micotoxinas durante el almacenamiento, procesamiento y transporte de alimentos. Existe una falta general de gobernanza y políticas en torno a la seguridad alimentaria, mientras que los riesgos en seguridad alimentaria y el aumento del desperdicio de alimentos en las comunidades rurales son especialmente agudos, ya que la infraestructura minorista y el almacenamiento en frío suelen ser básicos y el acceso al agua puede estar restringido. Además, los diversos cambios relacionados con el clima que afectan a la seguridad alimentaria, incluidos los comportamientos humanos, animales y de vectores, y los cambios en los comportamientos de supervivencia, crecimiento y transmisión de patógenos, organismos y plagas, son más propensos a ocurrir en países donde los sistemas de monitoreo y vigilancia alimentaria son menos sólidos. Por lo tanto, la escasa detección de la contaminación ambiental y química aumenta aún más el riesgo para la salud pública y la nutrición a través de la exposición aguda y crónica a contaminantes [8].

El acceso a los alimentos puede reducirse debido a los efectos del cambio climático, que aumentan el precio de los alimentos. Un factor determinante para el acceso es el precio de los alimentos, que reacciona fuertemente a las fluctuaciones en la producción global como resultado de eventos climáticos extremos y la disminución a largo plazo de los rendimientos de cultivos debido al cambio climático. Los hogares pobres en recursos suelen priorizar alimentos ricos en calorías, pero pobres en nutrientes como estrategia de adaptación a la reducción de la disponibilidad de alimentos y al aumento de los precios. A largo plazo, el carácter recurrente e intenso de estos fenómenos puede desestabilizar cada vez más los sistemas alimentarios regionales y locales, y desencadenar crisis alimentarias, malnutrición aguda e incluso hambrunas [4].

Además, según el ICCP, el cambio climático está contribuyendo a crisis humanitarias en las que los riesgos climáticos interactúan con una alta vulnerabilidad (alta confianza). Los extremos climáticos y meteorológicos están impulsando cada vez más el desplazamiento en todas las regiones. La inseguridad alimentaria aguda y la desnutrición relacionada con inundaciones y sequías han aumentado en África y América Central y del Sur. Si bien los factores no climáticos son los impulsores dominantes de los conflictos violentos interestatales existentes, en algunas regiones evaluadas, los eventos climáticos y meteorológicos extremos han tenido un impacto adverso pequeño en su duración, gravedad o frecuencia, pero la asociación estadística es débil. A través del desplazamiento y la migración involuntaria causada por eventos climáticos y meteorológicos extremos, el cambio climático ha generado y perpetuado la vulnerabilidad [2].

Cambio climático, obesidad y enfermedades no transmisibles relacionadas con la dieta

Hay evidencia limitada pero emergente de que el cambio climático afectará adversamente el riesgo de sobrepeso y obesidad y, como consecuencia, las enfermedades no transmisibles relacionadas con la dieta (ENT-DNT). Si bien la grave inseguridad alimentaria y el hambre se asocian con una menor prevalencia de obesidad, la inseguridad alimentaria leve a moderada se asocia paradójicamente con una mayor prevalencia de la obesidad, especialmente en contextos donde los alimentos procesados ricos en energía están disponibles a bajo costo. El aumento de las temperaturas se asocia con menos actividad física en muchas partes del mundo, especialmente entre las poblaciones urbanas, mientras que la inestabilidad de los precios de los alimentos frescos puede reforzar la dependencia de alimentos altamente procesados, especialmente en el contexto de la comercialización agresiva. La migración inducida por el cambio climático, la mayoría de la cual es probable que sea de áreas rurales a urbanas, se prevé que esté cada vez más impulsada por la inseguridad alimentaria. La urbanización se ha asociado con un mayor riesgo de sobrepeso y obesidad debido a la mayor disponibilidad de alimentos procesados ricos en energía en combinación con la comercialización de medios de comunicación masiva, y menos actividad física relacionada con el ocio y el trabajo. Además, en entornos humanitarios, la asistencia alimentaria proporcionada durante una respuesta de emergencia, como en desastres naturales inducidos por el clima, puede debilitar la seguridad alimentaria y nutricional a largo plazo; por ejemplo, los alimentos de baja calidad importados pueden persistir en la dieta local mucho después de que haya concluido la respuesta humanitaria.

Es probable que estas y otras vías que conducen a la inseguridad alimentaria y nutricional inducida por el cambio climático agraven los patrones dietéticos que ya están cambiando y que tienden a estar compuestos cada vez más por alimentos importados y procesados con alto contenido energético y bajo contenido de nutrientes [8].

Los más pobres del mundo pagan el precio más alto

Si bien el cambio climático es global, sus impactos son locales y regionales, y la vulnerabilidad varía ampliamente entre comunidades, países y regiones [9].

La injusticia del cambio climático radica en que las personas que más están sufriendo, los más pobres del mundo, son también las que menos contribuyeron al problema. De hecho, datos recientes mostraron que las personas más pobres, que ya sufren las tasas más altas de desnutrición, serán las más vulnerables al cambio climático (figura 2).

Figura 2: Mapa de vulnerabilidad climática. Muestra los lugares que serán más afectados por el calentamiento global, incluyendo eventos climáticos extremos, sequías y el aumento del nivel del mar [10].

La vulnerabilidad aumentará con el cambio climático: la exposición a los efectos relacionados con el cambio climático y la dependencia de recursos sensibles al clima aumentarán, a medida que disminuye la capacidad de adaptación. Dependen de sistemas agrícolas de pequeña escala dependientes de la lluvia y del trabajo agrícola como su principal fuente de alimentos e ingresos, lo que los hace altamente dependientes a los recursos naturales sensibles al clima. El cambio climático está erosionando cada vez más sus activos de subsistencia y el acceso a los recursos naturales y servicios sensibles al clima, al tiempo que socava su capacidad para hacer frente a crisis relacionadas con el clima y adoptar soluciones sostenibles al cambio climático. Los pobres hambrientos, especialmente las mujeres y los niños, son ya las principales víctimas del cambio climático. De hecho, cuando enfrentan un desastre, las personas no tienen más opción que recurrir a estrategias de afrontamiento negativas (reducción de la ingesta de alimentos, venta de activos productivos, etc.) que obstaculizan su resiliencia, aumentan su vulnerabilidad a las amenazas climáticas y agravan su seguridad alimentaria y nutricional (figura 3). La desnutrición socava la capacidad y la capacidad de las poblaciones vulnerables para implementar estrategias resilientes de afrontamiento climático [11].

Conclusión y perspectivas

El cambio climático está afectando las tasas de desnutrición en todo el mundo a través de múltiples canales. En regiones que experimentan niveles históricos de sequías, como el Cuerno de África, millones de personas sufren la casi hambruna. En otros lugares, el cambio climático está aumentando la incidencia de enfermedades que contribuyen a la desnutrición. El cambio climático también puede disminuir el valor nutricional de los cultivos, y puede afectar a los medios de vida de las familias, reduciendo sus ingresos y haciendo que los alimentos nutritivos sean menos asequibles.

Según lo designado por expertos de la UE 14, para abordar el riesgo de desastres relacionados con el clima severos y frecuentes, es esencial una mayor interfaz entre la ciencia y las políticas basada en un conocimiento mejorado, pruebas más sólidas y un mayor enfoque en la reducción del riesgo de desastres y la adaptación al cambio climático. La adaptación, en respuesta al cambio climático actual, está reduciendo los riesgos climáticos y la vulnerabilidad principalmente a través del ajuste de sistemas existentes. Existen muchas opciones de adaptación que se utilizan para ayudar a gestionar los impactos previstos del cambio climático, pero su implementación depende de la capacidad y efectividad de los procesos de gobernanza y toma de decisiones.

Acciones de adaptación oportunas y bien diseñadas tienen la posibilidad de evitar estos problemas dramáticos al mitigar los impactos del cambio climático en los más vulnerables a través de la preparación, la reducción de riesgos, aplicadas tanto a los medios de vida como a la organización de la sociedad.

Opciones de adaptación efectivas, junto con políticas públicas de apoyo, mejoran la disponibilidad y estabilidad de los alimentos y reducen el riesgo climático para los sistemas alimentarios, al tiempo que aumentan su sostenibilidad. Las opciones efectivas incluyen mejoras en las variedades de cultivos, la agroforestería, la adaptación basada en la comunidad, la diversificación en las explotaciones agrícolas y paisajes, y la agricultura urbana. La viabilidad institucional, los límites de adaptación de los cultivos y la rentabilidad también influyen en la efectividad de las opciones de adaptación. Los principios y prácticas agroecológicas, la gestión basada en ecosistemas en la pesca y acuicultura, y otros enfoques que trabajan con procesos naturales apoyan la seguridad alimentaria, la nutrición, la salud y el bienestar, los medios de vida y la biodiversidad, la sostenibilidad y los servicios ecosistémicos.

Bibliografía:

[1] FAO, IFAD, UNICEF, WFP & WHO, 2023. The state of food security and nutrition in the world :Urbanization, agrifood systems transformation and healthy diets across the rural–urban continuum. https://www.fao.org/publications/home/fao-flagship-publications/the-state-of-food-security-and-nutrition-in-the-world

[2] IPCC, 2022. Climate Change 2022: Impacts, Adaptation and Vulnerability Working Group II Contribution to the Sixth Assessment Report of the Intergovernmental Panel on Climate Change

[3] Word Food Programme, 2021. Climate impacts on food security and nutrition. https://documents.wfp.org/stellent/groups/public/documents/communications/wfp258981.pdf

[4] World Health Organization, 2021. Technical series on adapting to Climate Sensitive Health Impacts – Undernutrition. https://www.who.int/publications/i/item/9789241515566

[5] BBC. (2021). Madagascar on the brink of climate change-induced famine. www.bbc.co.uk/news/world-africa-58303792

[6] IPCC. (2014). Climate change 2014: Impacts, adaptation, and vulnerability. Working Group II contribution to the fifth assessment report of the Intergovernmental Panel on Climate Change. New York; Cambridge University Press.

[7] Speers, A.E., Besedin, E.Y., Palardy, J.E., & Moore, C.,2016. Impacts of climate change and ocean acidification on coral reef fisheries: An integrated ecological-economic model. Ecological Economics, 128, 33–43.

[8] Emergency Nutrition Network, 2021 Nutrition and climate change: Current state of play: Scoping review. https://www.ennonline.net/nutritionandclimatechange

[9] Archibald, C.L., Butt, N. Using Google search data to inform global climate change adaptation policy. Climatic Change 150, 447–456 (2018). https://doi.org/10.1007/s10584-018-2289-9

[10] Williams J., 2018. Two maps: climate responsibility and climate vulnerability. https://earthbound.report/2018/06/28/two-maps-climate-responsibility-and-climate-vulnerability/

[11] ACF-INTERNATIONAL, 2014. Who cares about the impact of climate change on hunger and malnutrition? A plea to the international community to ensure food and nutrition security for the most vulnerable in a changing climate.

[12] European Union EU: https://joint-research-centre.ec.europa.eu/jrc-news-and-updates/inform-climate-change-risk-2022-01-12_en


El valor del bienestar emocional en los centros educativos

EL VALOR DEL BIENESTAR EMOCIONAL EN LOS CENTROS EDUCATIVOS

Clara Sau, Project Manager Komtü Programme.

En los últimos años, después de los altos niveles de estrés, miedo e incertidumbre vividos durante la pandemia, el papel de las escuelas en la promoción de la salud mental se ha convertido en un debate central en el ámbito educativo (Cardona, 2021). Los centros educativos son entornos donde niños y niñas pasan la mayor parte de su tiempo durante la etapa de crecimiento y formación, momento crucial para el desarrollo social, emocional y académico. En el entorno educativo, el abordaje de la salud mental se puede de manera preventiva para reducir la posibilidad de desarrollo de trastornos mentales graves en el futuro.

La salud mental no es solo la ausencia de enfermedad, sino que también incluye la promoción del bienestar en los ámbitos social, emocional y conductual, así como la capacidad de afrontar retos vitales con resiliencia (Hoovers et al., 2019). Una buena salud mental es fundamental para el desarrollo académico y personal de los niños. Varios estudios, como el de McCann et al. (2020), demuestran que los estudiantes que reciben apoyo socioemocional obtienen mejores resultados académicos y presentan un comportamiento más positivo en el aula.

Promover el bienestar emocional está relacionado con una mayor participación en el proceso de aprendizaje y un mayor sentimiento de conexión y bienestar personal. Además, ayuda a reducir el absentismo y abandono escolar, previniendo situaciones de bullying y violencia.

El trabajo y desarrollo socioemocional comporta beneficios como una mejor comprensión de uno/a mismo/a, la construcción de una identidad sana, la capacidad de establecer relaciones constructivas y saludables con los otros, el éxito académico y laboral, así como la capacidad de adaptarse a los cambios o superar posibles adversidades. La salud mental es un componente esencial por el desarrollo integral de niños, niñas y adolescentes. Cuando los y las alumnas aprenden a conocerse a sí mismos, a comprender sus emociones y afrontar los desafíos de manera saludable, están mejor preparados para afrontar la vida adulta y sus retos (Hoovers et al., 2019).

Por esta razón, es importante que las escuelas prioricen y ofrezcan recursos para promover el desarrollo socioemocional de los estudiantes, creando un clima escolar estimulante, seguro y sano, propicio para el crecimiento personal y académico. Un entorno escolar que promueva el bienestar emocional ofrece apoyo y recursos a los alumnos para que aprendan a identificar sus emociones, desarrollen habilidades de regulación emocional y construyan relaciones positivas con sus compañeros y profesores. A la vez, ofrece a los adultos las herramientas y recursos necesarios para acompañar los alumnos en este proceso.

A pesar de que la mayor parte de la atención y promoción de la salud mental en las escuelas se centra en las necesidades de los niños, también es esencial explorar maneras de apoyar a los docentes y al personal escolar que acompaña a los y las niñas en su proceso de desarrollo (Hué, 2012). En el contexto actual, la educación es mucho más que transmitir conocimientos académicos; también implica promover el bienestar emocional, social y relacional de los alumnos y para poder hacerlo los docentes requieren de formación, herramientas y recursos, y a la vez, de un entorno laboral que promueva su propio bienestar.

Los y las docentes ejercen un papel esencial en la formación de niños y adolescentes. Su tarea es crucial para el futuro de las nuevas generaciones, que navegan una realidad más compleja que nunca; con un aumento de los diagnósticos de salud mental, estímulos y presión social a través de las redes, contextos socioeconómicos inestables, incertidumbre climática, movimientos migratorios, entre otros retos (Cardona, 2021). Acompañar a los niños en el contexto actual no es sencillo y a menudo los profesores enfrentan desafíos significativos en su entorno laboral que pueden impactar negativamente en su bienestar emocional. Entre otras, la presión por el rendimiento académico, agresiones o conductas desafiantes por parte de alumnos o familias, grupos-clase complejos de gestionar, o agotamiento y fatiga por la alta carga laboral y las dificultades de gestión, entre otras.

El bienestar emocional de los docentes se refiere a su capacidad de gestionar el estrés, las presiones y las demandas profesionales mientras mantienen un equilibrio emocional adecuado (Hué, 2012). Los docentes que disfrutan de un buen estado emocional están más motivados, disfrutan su trabajo y se muestran más propensos a implicarse de manera positiva con sus alumnos y las actividades educativas.

Varios estudios han demostrado una estrecha relación entre el bienestar emocional de los docentes y el rendimiento académico de los alumnos (Cortés y Ruiz, 2021). Cuando los profesores ofrecen un apoyo cariñoso, muestran empatía y fomentan la inclusión y el respeto, crean un entorno seguro y positivo que favorece el bienestar emocional de los y las alumnas. Si los docentes se encuentran emocionalmente equilibrados y satisfechos en su lugar de trabajo, son más propensos a ofrecer una enseñanza de calidad y a generar un entorno de aprendizaje positivo. Además, las relaciones con los adultos tienen un papel central en el desarrollo de la regulación social y emocional de los niños (Nelson, Kendal y Shields, 2013), y durante muchas horas al día, los y las maestras son el espejo donde los niños observan y aprenden.

Apoyar el bienestar emocional de los docentes implica reconocer sus necesidades emocionales, proporcionar un clima laboral de bienestar, y también proporcionarles recursos y oportunidades de desarrollo profesional, así como las herramientas y recursos necesarios para acompañar a los niños. Los programas de formación en técnicas de gestión de grupos complejos, del estrés y la frustración, la creación de un clima escolar positivo y el fomento del autocuidado son aspectos esenciales para mejorar el bienestar laboral del colectivo docente. Cuando los docentes se encuentran emocionalmente sanos, se benefician ellos y también toda la comunidad educativa.

El bienestar emocional de los alumnos y el bienestar emocional de los docentes están intrínsecamente relacionados. Para conseguir una educación de calidad hay que atender las necesidades emocionales tanto de los alumnos como de los docentes. Fomentar un entorno escolar que priorice el bienestar emocional permitirá una mejor interacción y colaboración entre docentes y alumnos, promoviendo un aprendizaje más significativo y un desarrollo integral para todos los miembros de la comunidad educativa.

Muchas escuelas incorporan programas de aprendizaje social y emocional, que ayudan a los estudiantes a desarrollar habilidades para comprender y expresar sus emociones, establecer relaciones positivas y resolver conflictos de manera constructiva. Abordando la prevención y promoción de la salud mental desde un punto de vista sistémico e integral, propiciando un cambio de mirada hacia el acompañamiento emocional.

Desde el programa Komtü acompañamos al personal docente, no docente y las familias, promoviendo la adquisición de herramientas y recursos que los permitan acompañar a los niños en el desarrollo de las competencias personales, emocionales y sociales. A lo largo de los tres cursos de implementación del programa, se realiza formación y se instauran en las escuelas espacios en los que poder compartir, observarse y avanzar en la mejora del bienestar emocional en el centro. Ganando en cohesión, comunicación y adquiriendo estrategias de autocuidado, que acontecen pilares en la dinámica de las escuelas que participan en el programa, para mantener la esencia al finalizar la implementación.

Es importante que las escuelas y centros educativos acontezcan espacios desde donde promover y acompañar el bienestar emocional de los niños. Para conseguirlo, hay que dotar a los adultos que los acompañan de las herramientas y recursos necesarios, y también de espacios de cura y bienestar. De todos modos, para que el cambio de mirada de las escuelas tenga impacto a nivel social, también hace falta que la prevención de la salud mental acontezca central en todas las áreas sociales, desde el entorno familiar hasta las actividades de ocio y la atención de la salud, a través de políticas sociales, programas y estrategias comunitarias (Shonkoff, 2010). Priorizando el bienestar y el acompañamiento emocional, podremos acompañar a niños/as, adolescentes y adultos a afrontar los retos de futuro de manera sana y resiliente.

Bibliografía:

Cardona, M. (2021) Apoyo a las necesidades sociales, emocionales, conductuales y de salud mental de niños y estudiantes. Departamento de Educación de EE.UU. Recuperado en: https://www2.ed.gov/documents/students/apoyo-a-las-necesidades-sociales-emocionales-conductuales-y-de-salud-mental-de-ninos-y-estudiantes.pdf

Cortés Valiente, J. A. i Ruiz Segarra, M. I. (2021) Bienestar emocional del docente de educación inicial. Prácticas, investigación, innovación y perspectivas de la educación inicial, 131-138. Recuperado en: http://repositorio.unae.edu.ec/handle/56000/2146

Hoover, S., Lever, N., Sachdev, N., Bravo, N., Schlitt, J., Acosta Price, O., Sheriff, L. & Cashman, J. (2019) Advancing comprehensive school mental health: Guidance from the field. Baltimore, MD: National Center for School Mental Health. University of Maryland School of Medicine. Recuperado en: https://www.schoolmentalhealth.org/media/SOM/Microsites/NCSMH/Documents/Bainum/Advancing-CSMHS_September-2019.pdf

Hué García, C. (2012). Bienestar docente y pensamiento emocional. Revista Fuentes, (12), 47–68. Recuperado en: https://revistascientificas.us.es/index.php/fuentes/article/view/2467

MacCann, C., Jiang, Y., Brown, L. E. R., Double, K. S., Bucich, M., & Minbashian, A. (2020). Emotional intelligence predicts academic performance: A meta-analysis. Psychological bulletin146(2), 150–186. https://doi.org/10.1037/bul0000219

Nelson, H. J., Kendall, G. E., & Shields, L. (2014). Neurological and biological foundations of children’s social and emotional development: an integrated literature review. The Journal of school nursing : the official publication of the National Association of School Nurses, 30(4), 240–250. Recuperado en: https://doi.org/10.1177/1059840513513157

Shonkoff J. P. (2010). Building a new biodevelopmental framework to guide the future of early childhood policy. Child development, 81(1), 357–367. Recuperado en: https://doi.org/10.1111/j.1467-8624.2009.01399.x


Más que un juego: el deporte como herramienta de desarrollo individual e inclusión social para los jóvenes en situación de vulnerabilidad

MÁS QUE UN JUEGO: EL DEPORTE COMO HERRAMIENTA DE DESARROLLO INDIVIDUAL E INCLUSIÓN SOCIAL PARA LOS JÓVENES EN SITUACIÓN DE VULNERABILIDAD

Marina Caymari, Técnica Zing Network.

La práctica del deporte, en cualquiera de sus modalidades y niveles, es un elemento clave en el desarrollo de un adolescente, ya que a través del juego aparecen las emociones más profundas y se trabajan algunas de las competencias transversales más importantes.

Si a este aprendizaje se le suma la participación en comunidad, el deporte se convierte en una herramienta de inclusión social. Las relaciones y vínculos que se generan a través del juego tienen una repercusión en la forma de relacionarse del adolescente con su comunidad más cercana, pero también con el resto de la sociedad.

Tal como recoge la Unión Europea en su política sobre el deporte [1],“Not only is sport and physical activity a basis for personal, social and learning development, but it also motivates social inclusion and integration”.

Trabajar las competencias transversales a través del deporte

Las competencias transversales, como capacidades que van más allá del conocimiento técnico y académico, se trabajan dentro y fuera de las aulas y desde perspectivas muy diversas.

Estas capacidades, en las que incluimos el trabajo en equipo, la responsabilidad, la empatía, la adaptabilidad al cambio o la disposición al aprendizaje, son esenciales en la vida cotidiana, tanto en el ámbito personal como laboral.

Existe una estrecha relación entre estas competencias y los valores fundamentales del deporte, ya que este ofrece el escenario ideal para superar obstáculos, gestionar las emociones y relacionarse con otras personas.

Como afirma Héctor Callizo, docente en la Fundació Pere Tarrés, a través del deporte se adquieren “valores tan útiles como el respeto, el trabajo en equipo, la empatía y el esfuerzo, entre otros, que pueden servir a los niños para adaptarse al mundo escolar y posteriormente al laboral” [2].

Ejercicio físico para el bienestar emocional

El beneficio que aporta el deporte en nuestra salud física es bien conocido. Pero no podemos dejar en segundo plano el rol que juega la actividad física en el bienestar emocional de las personas, tan deteriorado entre los jóvenes de hoy en día. En Cataluña, 1 de cada 7 jóvenes experimenta un trastorno de salud mental [3].

De este modo, Wilfried Lemke, Asesor Especial del Secretario General de las Naciones Unidas asegura que “el ejercicio físico puede estimular una salud mental y un desarrollo cognitivo positivos”. Y también pone de manifiesto que en varios estudios “se ha vinculado el ejercicio a la mejora de la autoestima y la confianza en uno mismo” [4].

Por el contrario, durante la práctica de un deporte aparecen emociones y sensaciones negativas tales como la frustración, la insatisfacción o la envidia, que los adolescentes deben aprender a controlar y gestionar. La forma en cómo los jóvenes canalizan dichas emociones puede reflejar el bienestar o malestar emocional de los mismos. Y es aquí, cuando la figura del profesional adulto que dinamiza la actividad deportiva coge su máxima relevancia, no solo para detectarlo, también para acompañar, ayudar y en el caso de ser necesario, derivar a un especialista.

La importancia de construir programas deportivos comunitarios

Cuando el deporte trabaja las competencias transversales, actúa como canalizador de emociones, ofrece un espacio pedagógico y hace partícipes a diferentes colectivos de la comunidad, se convierte en una herramienta de desarrollo individual e inclusión social. Pero para que esto pueda suceder es imprescindible la figura de un profesional que enseñe los valores fundamentales y guíe y acompañe a los jóvenes en este camino.

Los programas deportivos comunitarios son un ejemplo de ello. En este sentido, desde la Fundació Nous Cims y en el marco de ZING Programme, impulsamos el proyecto ZING Atletics.  Un programa de deportes extraescolar en que los jóvenes que han obtenido una beca ZING trabajan las competencias transversales, ganan autoconocimiento e interactúan con otros jóvenes de la comunidad practicando un deporte de equipo semanalmente. Durante estos 3 últimos años han pasado por el programa más de 220 jóvenes que lo han valorado con un NPS medio del 78%. Además, los participantes han demostrado y verbalizado una mejora en competencias transversales como la comunicación, la disposición al aprendizaje o el autoconocimiento.

Ocio educativo y jóvenes en riesgo de exclusión social

Aunque aún queda camino por recorrer tanto en igualdad como en inclusión de todos los colectivos, la energía y la ilusión que se desprende al practicar deporte hace que este se haya convertido, poco a poco, en un aliado de la inclusión social.

Formar parte de un equipo deportivo amateur o profesional permite a los jóvenes interactuar y compartir experiencias con compañeros de otros colectivos, fomentando así la tolerancia que permitirá romper con los prejuicios y estereotipos que pueden derivar en una futura exclusión social.

Así, los programas deportivos que van más allá de hacer ejercicio y competir por un premio, y que tienen unos objetivos pedagógicos detrás, se convierten en ocio educativo.

Txus Morata García, doctora en Pedagogía por la Universidad de Barcelona, expone la necesidad de una educación 360 en la que el ocio educativo también esté presente. Expresa también que “el ámbito del ocio es un cohesionador de sociedades, de comunidades. Es decir, cuando hay intervenciones de ocio en un barrio, también hay una repercusión de mejora en la comunidad, porque ha activado procesos, dinámicas y ha puesto en marcha proyectos intergeneracionales e interculturales” [5].

Centrándonos en los jóvenes en riesgo de exclusión social, este ocio educativo les abre las puertas a la comunidad, su ciudad y la sociedad y, por lo tanto, les brinda el espacio y las herramientas que contribuyen a romper con la exclusión social.

[1] European Comission – Sport policies https://sport.ec.europa.eu/policies/sport-and-society/social-inclusion

[2] El deporte para la inclusión social – Artículo de Héctor Callizo https://www.peretarres.org/es/conocimiento/blog/el-deporte-para-la-inclusion-social

[3] Radiografía: La situació de la salut mental en el joven català – Estudio del Consell Nacional de la Joventut de Catalunya i la Federació de Salut Mental de Catalunya  https://cnjc.cat/ca/projecte/la-situacio-de-la-salut-mental-en-el-jovent

[4] El papel del deporte en la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible – Artículo de Wilfried Lemke https://www.un.org/es/chronicle/article/el-papel-del-deporte-en-la-consecucion-de-losobjetivos-de-desarrollo-sostenible

[5] Entrevista de Camila Zignago a Txus Morata García en La Diaria https://ladiaria.com.uy/educacion/articulo/2023/4/experiencias-de-ocio-educativo-segun-academica-espanola-las-infancias-y-adolescencias-que-las-transitan-mejoran-las-competencias-academicas-y-de-ocupabilidad/


Próximo destino: La Humanización integral de los cuidados

PRÓXIMO DESTINO: LA HUMANIZACIÓN INTEGRAL DE LOS CUIDADOS

Marta Olabarria, Project Manager Domum Programme.

El símil entre un proceso de enfermedad y un viaje es muy común. Ambos tienen el poder de transformar a la persona que los vive. Al inicio, ambos están rodeados de incertidumbre y generan dudas sobre lo que encontraremos en cada etapa. Sin embargo, con un buen acompañamiento, ambos procesos pueden ampliar nuestros horizontes y generar aprendizajes.

Ya hace un tiempo que el sistema sanitario ha estado experimentando un cambio de paradigma, poniendo las necesidades del paciente en el centro de este viaje. Se han generado una gran cantidad de conocimientos en torno a la experiencia del paciente en los últimos años, lo cual ha permitido que los procesos asistenciales se dirijan hacia un enfoque más humanizado.

La experiencia del paciente es un aspecto vital en la atención médica en todo el mundo, la cual ha evolucionado con los avances médicos y en la sociedad en general desde la segunda mitad del siglo XX. El concepto surgió en Estados Unidos, en un contexto de servicios sanitarios privados, donde se enfocaba más en la satisfacción del cliente. Mientras que en Europa la visión evolucionó a una orientación más completa y centrada en las necesidades integrales del paciente, no solo las asistenciales sino también las emocionales. La experiencia del paciente es más que solo recibir tratamiento médico, también se centra en la percepción del paciente sobre otros elementos no clínicos que influyen en su satisfacción general y resultados en salud. Los expertos han identificado cinco dimensiones de la experiencia del paciente, la física, asistencial, emocional, social y simbólica, que tienen un fuerte impacto en la salud del paciente. Actualmente, el sistema sanitario se enfoca principalmente en las dimensiones física y emocional, pero es importante no olvidar las otras dimensiones.

Varias instituciones han desempeñado un papel clave en el desarrollo de estos conceptos:

  • Clínica Mayo, una reconocida institución médica sin fines de lucro en Estados Unidos, se enfoca en la medicina centrada en el paciente y considera fundamental la relación con la experiencia del paciente, en su misión y valores fundamentales.
  • Beryl Institute, una organización global con sede en Estados Unidos, se dedica a mejorar la experiencia del paciente en la atención médica. Desde su fundación en 2006, se ha establecido como referencia en liderazgo y recursos relacionados con la experiencia del paciente y su familia a nivel mundial.
  • The Patient Revolution, una comunidad global de profesionales, pacientes y médicos en Estados Unidos, se dedica a transformar la atención médica de una actividad industrial en una experiencia profundamente humana que brinda atención cuidadosa y amable para todos a través del sistema de salud local.
  • Instituto de Experiencia del Paciente (IEXP) es la primera organización en España dedicada específicamente a la experiencia del paciente.
  • XPA Patient Experience, con sede en Barcelona, es una comunidad impulsada por expertos que proporciona recursos y mejora la experiencia del paciente.

Estas instituciones, junto con muchas otras, han trabajado para mejorar la calidad de la atención médica y desarrollar herramientas para medir la experiencia del paciente. Actualmente, la mayoría de los centros de atención médica incorporan programas y, en algunos casos, departamentos enteros dedicados a profundizar en indicadores que brinden información sobre las barreras asistenciales y las necesidades no satisfechas de los pacientes durante sus interacciones con el sistema de salud.

Entre las herramientas más destacadas para incorporar la voz de los pacientes se encuentran los PROMs (medidas de resultados informados por el paciente) y los PREMs (medidas de experiencia informadas por el paciente), que han sido recientemente incorporados como fundamentales.

Aunque tanto los PROMs como los PREMs tienen ciertas limitaciones en cuanto a la cobertura de su medición, se puede decir que cumplen diferentes propósitos al evaluar la experiencia del paciente. Los PROMs se centran en cuantificar directamente el impacto de la enfermedad en la vida diaria de los pacientes, así como en analizar en qué medida el tratamiento o la intervención pueden aliviarlo. Esto proporciona información útil para mejorar el control de los síntomas. Por otro lado, los PREMs se enfocan en la percepción que los pacientes tienen de su experiencia, más allá de la mera satisfacción. Pueden abordar aspectos como las instalaciones, la empatía del personal y la comunicación, y ayudan a identificar tanto los aspectos positivos como los puntos débiles percibidos por el paciente. Dos ejemplos concretos aplicados a enfermedades raras, daño renal crónico y oncología se pueden encontrar en interesantes artículos que ilustran esta definición.

La incorporación de la experiencia del paciente ha provocado cambios en la forma en que se percibe la atención médica. Ha mejorado la comunicación entre médicos y pacientes, así como la valoración de la importancia del factor humano. También ha fomentado la participación activa de los pacientes, quienes están cada vez más informados y toman decisiones sobre su propia salud. Esto ha tenido un impacto positivo en indicadores como el autocuidado, la identificación de síntomas y la adherencia al tratamiento.

La humanización de los cuidados

El concepto de la experiencia del paciente está estrechamente relacionado con otro concepto importante: la humanización de los cuidados. Ambos aspectos se han vuelto cada vez más relevantes y están interconectados. Al igual que la experiencia del paciente busca que los pacientes tengan un papel más activo en su interacción con las instituciones de salud, la humanización implica reconocer al paciente de manera integral y promover un entorno cálido, empático y centrado en la persona.

La existencia de más evidencia, herramientas e iniciativas inspiradoras ha contribuido a promover una atención sanitaria más centrada en la persona. Sin embargo, aún hay mucho trabajo por hacer, y esto no será posible sin el compromiso de profesionales de la salud que se conviertan en el “motor de cambio” en un sistema de salud mal diseñado en este tema. Iniciativas como la Fundación Humanizando la Sanidad son un claro ejemplo de liderazgo en este sentido. Será interesante ver cómo estas iniciativas se expanden en diferentes áreas de atención y cómo aprovechan la transformación digital y la inteligencia artificial, que también se están abriendo camino en el sistema, para promover la humanización y la atención centrada en la persona.

Tomando las palabras de Joan Carles March en una entrevista sobre la humanización en la gestión de la salud: “Como decía uno de mis poetas favoritos, Luis García Montero, la HUMANIZACIÓN, la vida, la enfermedad… todas estas palabras deben articularse con un hilo para llegar a la palabra dignidad”.

DOMUM Programme: Un enfoque humano en la atención oncológica

En la Fundación Nous Cims, a través del programa DOMUM, estamos comprometidos con la humanización de la atención en procesos oncológicos. Trabajamos en colaboración con los equipos médicos para garantizar el bienestar emocional de los pacientes mediante la creación de espacios terapéuticos y la implementación de actividades psicosociales. Nuestro programa establece una red de centros que se centran en humanizar la atención a través de un enfoque integral, que abarca las esferas emocionales, personales y sociales de todos los involucrados en el proceso oncológico, incluidos los familiares y los profesionales de la salud. Ponemos en el centro las voces y necesidades de los pacientes con cáncer.


Semana de la lactancia materna

La Semana Mundial de la Lactancia Materna es una campaña global que se celebra cada año del 1 al 7 de agosto. Su objetivo es promover la importancia de la lactancia materna.  Un acto natural, simple y gratuito que ofrece una serie de beneficios para la salud de la madre y el bebé. Y puede reducir considerablemente la desnutrición y salvar vidas.

Para el bebé, la lactancia materna proporciona:

  • Una nutrición completa y equilibrada. Proporciona nutrientes y protección inmunológica sin necesidad de agua externa para preparar leche artificial y que puede estar contaminada. También los niños y adolescentes que han sido amamantados tienen menos probabilidades de padecer sobrepeso u obesidad.
  • Protección contra las infecciones gastrointestinales y reduce la mortalidad neonatal.
  • Un vínculo estrecho con la madre.
  • Un desarrollo saludable. Es una importante fuente de energía y nutrientes para los niños de 6 a 23 meses. Aporta más de la mitad de las necesidades energéticas de los niños entre los 6 y los 12 meses, y un tercio entre los 12 y los 24 meses.

Para la madre, la lactancia materna:

  • Ayuda a bajar de peso tras el embarazo.
  • Retrasa la menstruación.
  • Reduce el riesgo de enfermedades como algunos tipos de cáncer de ovarios, de mama y osteoporosis o enfermedades del corazón y obesidad.

La lactancia materna es una inversión en la salud y el bienestar de las comunidades. Además, los niños y adolescentes obtienen mejores resultados en las pruebas de inteligencia y tienen mayor asistencia a la escuela. La lactancia materna se asocia a mayores ingresos en la vida adulta.

Por otra parte, la mejora del desarrollo infantil y la reducción de los costos sanitarios gracias a la lactancia materna generan beneficios económicos para las familias y también para los países.

Aquí hay algunas otras formas de expresar el mensaje de la Semana Mundial de la Lactancia Materna:

  • La lactancia materna es un regalo de la naturaleza para las madres y los bebés.
  • La lactancia materna es una forma de amor y cuidado.
  • La lactancia materna es un derecho de los bebés.
  • La lactancia materna es una inversión en el futuro.

En resumen, la lactancia materna es una inversión en la salud y el bienestar de nuestras comunidades.


Centros educativos de máxima complejidad, la importancia de su identificación para un buen acompañamiento

CENTROS EDUCATIVOS DE MÁXIMA COMPLEJIDAD, LA IMPORTANCIA DE SU IDENTIFICACIÓN PARA UN BUEN ACOMPAÑAMIENTO

Lali Bueno, Técnica de becas institutos del programa ZING, Área de Empleabilidad.

Los contextos sociales de esta tipología de centros requieren un seguimiento individualizado imprescindible.

Los centros educativos son un reflejo de la realidad y del contexto social de nuestro entorno. Por ese motivo, en el ámbito educativo, se originan escenarios que representan las desigualdades más significativas. Según el barrio donde los centros estén situados o bien por su composición social, requieren herramientas y estrategias determinadas para garantizar el proceso de aprendizaje y evitar la segregación del alumnado.

De esta realidad surge la necesidad de categorizar e identificar los centros de alta o máxima complejidad. Actualmente, en Cataluña, según el Consorci d’Educació, existen 329 centros públicos de máxima complejidad y 309 de alta, teniendo en cuenta que hay cuatro niveles de clasificación: estándar, mediana, alta y máxima. Las dos últimas se denominan así debido a la situación socioeconómica de gran parte del alumnado, adversidad que obstaculiza su proceso de aprendizaje. Para tener en cuenta estos índices, se observan los datos del Idescat, tanto en los niveles educativos y de empleabilidad de las familias, como en la ratio de padres y madres sin cotización, si provienen de familias originarias de países en desarrollo, o bien si el alumnado tiene necesidades educativas especiales para así poder identificar familias en situación económica vulnerable y con un riesgo social significativo.

La finalidad es hacer una discriminación positiva que implique el hecho de recibir más recursos humanos y materiales para garantizar la igualdad de oportunidades y el derecho a la educación, así cómo se recoge en los Objetivos de Desarrollo Sostenibles (ODS). En definitiva, materializar la educación inclusiva, equitativa y de calidad como pilar indispensable y fundamental para romper los círculos de pobreza. Objetivos que van en plena sintonía con las prioridades de la Fundación Nous Cims mediante ZING, un programa diseñado para transformar la vida de jóvenes que no han podido acceder al mundo formativo y laboral en igualdad de condiciones que el resto. Actualmente, el programa colabora directamente con 17 institutos de Cataluña de alta o máxima complejidad, abriendo oportunidades a más de 200 de sus alumnos. Son esta tipología de centros los que forman parte del programa con la voluntad de garantizar y asegurar su proceso formativo y de inserción laboral a través del descubrimiento vocacional para más de 500 jóvenes, la otorgación de becas de impacto con más de 1000 beneficiarios y un acompañamiento comprometido. Para mí, la parte más esencial del recorrido.

El acompañamiento como clave esencial para el éxito educativo

El día a día de un centro de máxima complejidad es todo un reto y sus dificultades los transforman en núcleos esenciales para la sensibilización. Tanto por la atención a la diversidad como por la atención personalizada que requiere cada joven. Para el alumnado, el centro educativo cumple una función muy importante, es su espacio seguro y de desarrollo que requiere un seguimiento individualizado donde el acompañamiento es imprescindible e indispensable.

De ahí nace la urgencia de incorporar profesionales especializados y, sobre todo, una respuesta firme de las instituciones. Garantizar el éxito sin la colaboración entre departamentos, administraciones e iniciativas sociales es tarea imposible. Por ese motivo, trabajar codo a codo con el equipo docente, las familias, los educadores/as y, fundamentalmente, los y las jóvenes es la parte más importante del proceso. Ser un puente estable y seguro entre entidades sociales, centros educativos y núcleos familiares es el único camino para impulsar su llegada a la cima. Una atención consciente, paciente, segura, atendiendo a diversidades culturales, socioeconómicas e individuales es la única forma de enraizar los objetivos. Es esencial, pues, reforzar todas estas estructuras del ámbito educativo, fortaleciendo estos puntos de encuentro para romper los círculos de exclusión.

Si bien es evidente que la situación económica de los jóvenes ya es una gran dificultad, la situación cultural es muchas veces aún más plausible para explicar los obstáculos con los que se encuentran los y las jóvenes frente al sistema educativo. Muchas veces estas situaciones muestran distancias y códigos distintos a los del ámbito educativo. Por eso, también es esencial la atención neutral, asertiva y consciente con todos los códigos culturales, con todas las informaciones ofrecidas y, sobre todo, con el acompañamiento durante todo el proceso para allanar el camino.

La importancia de la discriminación positiva

Es evidente que el sistema público educativo es una pieza fundamental para el camino hacia la igualdad, pero el mismo sistema, tal como se ha expresado al inicio, ya presenta desigualdades en sí mismo. Por ese motivo, se defiende la necesidad de identificar y categorizar estos elementos con criterios objetivos y transparentes, así como recoge la Comisión de Trabajo sobre Centros de Máxima Complejidad del Consell Educatiu Municipal de Barcelona (CEMB). Si bien identificarlos es esencial, hay que tener en cuenta que la propia existencia de esta categorización debería ser provisional, ya que va en contra de la propia finalidad de la igualdad educativa. De todos modos, en este camino, su identificación permite los recursos necesarios para atender a todas las situaciones particulares. Por ejemplo, la codocencia, los planes individualizados, las aulas de acogida, un número mayor de ratio de profesorado, así como un sistema de becas eficiente y completo.

Por otro lado, hay que tener en cuenta que el Departament d’Educació manifiesta que los centros no son una realidad inmutable, por ese motivo la revisión de los baremos mencionados se actualiza cada cuatro años. Este hecho genera malestar entre los equipos docentes que temen perder esta categorización y, consecuentemente, los recursos proporcionados, situación que se identifica directamente con los recortes educativos.

Abordar la igualdad de oportunidades desde el tercer sector

Es entonces cuando se origina la estrategia desde el tercer sector para abordar también estos retos, afrontando la igualdad de oportunidades en el sistema educativo, a la vez que se contribuye a generar oportunidades y ayudar a los jóvenes a alcanzar sus metas, independientemente de su contexto socioeconómico. Pero, desde luego, y reforzando las ideas anteriores, sin perder de vista la importancia de las instituciones para dar apoyo a estas iniciativas.

Consell Superior d’Avaluació del Sistema Educatiu. (2021). Tipologia dels centres educatius segons el nivell de màxima complexitat. http://csda.gencat.cat/web/.content/home/arees-actuacio/publicacions/informes-avaluacio/26-informe.pdf

Pacte contra la segregació escolar a Catalunya. (2022). Síndic de Greuges de Catalunya, 258. https://www.sindic.cat/site/unitFiles/8468/Informe Balanç Bianual PSE_cat.pdf#page=153

Puig, E. Q. (2021). Nova classificació dels centres educatius segons la complexitat. Consell Superior d’Avaluació Del Sistema Educatiu, 34. http://csda.gencat.cat/web/.content/home/arees-actuacio/activitats-consell/jornada-equitat-2021/classificacio-complexitat-centres.pdf

Treball, C. de, & Barcelona, del C. E. M. de. (2022). Centres de máxima complexitat. 21. https://media-edg.barcelona.cat/wp-content/uploads/2022/11/15185723/ComissioTreball_centres-Maxima-complexitat.pdf


Día Mundial de las Habilidades de la Juventud

Hoy, sábado 15 de julio, es el Día Mundial de las Habilidades de la Juventud. Se empezó a celebrar en 2014 como recordatorio de la importancia y la necesidad de mejorar las competencias y habilidades de los jóvenes para su incorporación al mundo laboral, así como en promover una mejor comprensión de sus necesidades.

Uno de los objetivos de este día es promover el desarrollo profesional y facilitar la transición al mundo laboral de las personas jóvenes. De acuerdo con las estimaciones de la ONU, en la actualidad hay unos 1.200 millones de jóvenes entre 15 y 24 años de edad, lo cual representaría aproximadamente una sexta parte de la población mundial total. De esta manera, la participación de los jóvenes es fundamental para lograr sociedades sostenibles, inclusivas y estables.

El acceso a un trabajo no solo les permite escapar de la pobreza y superar desigualdades, sino que es crucial para tener una vida plena. Un trabajo seguro, productivo y remunerado de manera justa —asalariado o por cuenta propia— es un factor fundamental para los y las jóvenes, reforzando su sentimiento de pertenencia a una comunidad y permitiéndoles hacer una contribución productiva.

Sin embargo, las personas jóvenes enfrentan numerosas dificultades para acceder al mercado de trabajo. La falta de experiencia laboral, de conexiones o contactos, una orientación deficiente, la falta de calificaciones o de habilidades técnicas, el desajuste entre las ofertas de empleo y el número de jóvenes que buscan empleo o los prejuicios de los empleadores sobre la edad o la falta de experiencia son alguna de las dificultades que enfrentan. Por este motivo, las tasas de desempleo de los jóvenes suelen ser mucho más altas que las de las personas más mayores, y su inexperiencia, sumado a la necesidad de encontrar un trabajo, los hace más susceptibles a ser víctimas de explotación, como el desempeño de trabajos peligrosos, o incluso trabajo forzoso o explotación sexual.

Los jóvenes son el futuro y son una fuerza poderosa para el cambio y tienen todo el potencial y cualidades para ser los próximos líderes empresariales, políticos, científicos, creativos o intelectuales de la próxima generación. Para ello, es importante que adquieran las habilidades que les permitan alcanzar su máximo potencial y, a través del pensamiento crítico y la innovación, puedan hacer sus aportes para abordar desafíos globales como la desigualdad social, la pobreza, o el cambio climático.

Desde la Fundació Nous Cims, reconocemos el potencial de las personas jóvenes y aprovechando la celebración del Día Mundial de las Habilidades de la Juventud, recordamos la importancia de invertir en mejorar sus competencias y habilidades.


Bienestar digital para nuestros niños, niñas y adolescentes

BIENESTAR DIGITAL PARA NUESTROS NIÑOS, NIÑAS Y ADOLESCENTES

Pau Gomes, Director Área Bienestar Emocional.

En nuestra era digital, sabemos que las nuevas tecnologías juegan un rol importante en el bienestar de los adolescentes, tanto por los riesgos[1] como por las oportunidades[2] que ofrecen.

La adicción a los videojuegos puede conllevar un sufrimiento subyacente, problemas de sueño, falta de ejercicio y aislamiento [3]. En Internet está aumentando la exposición a contenidos inapropiados, como el acoso cibernético, la violencia o el consumo de pornografía a edades cada vez más tempranas [4]. Las redes sociales fomentan la ansiedad y depresión asociadas a la comparación social y a la presión constante para mantener un cuerpo y una vida perfecta y superficial [5]. Y contribuye a una desconexión de la realidad, sin poder desarrollar saludablemente las competencias emocionales y sociales claves para relacionarse en persona. No cabe duda que los adultos debemos considerar estos riesgos en nuestra relación con niños, niñas y adolescentes.

Sin embargo, las nuevas tecnologías nos brindan oportunidades para la comunicación on-line con amigos y familiares en cualquier lugar del mundo. Podemos acceder a la información y los conocimientos de manera inmediata, pudiendo fomentar nuestro aprendizaje, innovación y creatividad. Además, podemos acceder a recursos, ideas y herramientas para mejorar nuestro bienestar.

ADOLESCENCIA, UNA VENTANA DE OPORTUNIDAD

La adolescencia es considerada una “ventana de oportunidad” debido a que es una etapa de maduración en la que el cerebro continúa desarrollándose y madurando. Así se formarán adultos saludables, independientes y socialmente adaptados. Durante la adolescencia, el cerebro es altamente sensible a la dopamina, un neurotransmisor que activa los circuitos de gratificación e interviene en la toma de decisiones.[6] Durante la adolescencia, están expuestos a una amplia gama de experiencias y oportunidades que pueden influir en su desarrollo y en su futuro.

Los adolescentes tienen una mayor capacidad para aprender y adaptarse a nuevas situaciones, lo que les permite adquirir habilidades y conocimientos que pueden ser útiles en su vida adulta. Por lo tanto, la adolescencia es una oportunidad para fomentar el aprendizaje, la innovación y la creatividad, y para proporcionarles las herramientas y los recursos que necesitan, acompañarlos en su desarrollo de competencias socioemocionales para lograr su bienestar, su calidad de vida y el equilibrio del bienestar digital. Un reto de cada uno, un reto de sociedad.

EQUILIBRIO ENTRE CALIDAD Y CANTIDAD

Se trata de concienciar de los riesgos y fomentar el equilibrio. Un equilibrio difícil de alcanzar para nuestros adolescentes, ya que poseen un cerebro sensible a la dopamina y a la búsqueda de emociones. Es clave ayudarles a establecer límites para sí mismos, y también apoyarles en el desarrollo de habilidades para el uso saludable de la tecnología y para garantizar su seguridad online.

Estudios demuestran que a mayor tiempo que el niño utiliza la tecnología se asocia con mayores índices de fracaso escolar, mientras que leer más libros se asocia con un menor riesgo de fracaso escolar[7]. El uso excesivo de dispositivos móviles y tecnologías de información y comunicación puede influir en la aparición de trastornos del sueño en adolescentes[8].

Nos queda camino por recorrer para lograr nuestro bienestar digital óptimo y ese equilibrio saludable para el uso de la tecnología en nuestra vida diaria[9]. La gestión del tiempo online, el uso consciente y responsable de las redes sociales, la seguridad y privacidad, la prevención del ciberacoso, una educación sexual adecuada y las adicciones son muchos de los retos en los que tenemos que seguir investigando y trabajando para lograr el bienestar digital de nuestros niños, niñas y adolescentes.

Se trata de llegar al equilibrio entre la cantidad de tiempo que pasan online y offline, además que este tiempo online sea de calidad. Es clave que sepamos usar la tecnología de manera responsable y saludable, que tanto hijos e hijas como adultos nos brindemos apoyo y orientación en este proceso.

KOA TECNOLOGÍAS

En la Fundación Nous Cims y desde KOA Tecnología, en colaboración con la Fundación Aprender a Mirar, trabajamos para la prevención y la promoción del buen uso de las tecnologías en cinco escuelas del Área Metropolitana de Barcelona. Trabajamos conjuntamente para dotar a familias, docencia y alumnado de 5º y 6º las estrategias y recursos necesarios para que puedan abordar un consumo tecnológico desde el paradigma de la oportunidad y su bienestar digital.

Es un proyecto de dos cursos escolares que pretende empoderar y concienciar del buen uso de las nuevas tecnologías, de las pantallas por parte de preadolescentes de 10 a 12 años, con sus docentes y familias. Con una metodología de trabajo vivencial y participativa, adaptada a las necesidades de cada centro educativo, los espacios generados fomentan la reflexión crítica, el debate, la creatividad y el trabajo en equipo, promoviendo el sentimiento de pertenencia por y para un bienestar digital de todos. Incluyendo la aplicación tanto a nivel familiar, escolar como personal. Así, los preadolescentes podrán desarrollar y mantener una relación saludable con la tecnología, buscando formas de aprovechar sus beneficios, tener una adecuada gestión del tiempo, un sentido crítico hacia los diferentes contenidos online y una relación saludable consigo mismo, con los demás.

BIENESTAR DIGITAL EN FAMILIA

Tal y como aconsejamos a familias y docentes desde nuestro programa KOA Tecnologías también os queremos hacer partícipes de algunos de los consejos que podemos aplicar para con nuestros hijos e hijas y también para con nosotros mismos o nosotras mismas[10][11]:

  • Establecer horarios y zonas sin pantallas: Uno de los efectos de las pantallas es que nos hipnotizan y perdemos la noción del tiempo… Es primordial concretar límites de tiempo para el uso de dispositivos electrónicos. Incluir periodos de tiempo sin dispositivos, es decir en las comidas, antes de acostarse, durante actividades al aire libre,
  • Explicitar y dar un sentido al uso de los dispositivos para cada momento y evitar las interrupciones y distracciones propias del medio digital. Por ejemplo, un momento de tarea escolar, de búsqueda de información, de conexión con amigos/as, un momento de juego y entretenimiento (con aviso de tiempo)
  • Ser un modelo a seguir: Las familias, cuidadores y profesionales podemos ser un modelo a seguir para nuestros/as hijos/as limitando nuestro propio uso del móvil y fomentando actividades que no involucren tecnologías como el deporte, el movimiento, juegos de mesa, lectura, paseos y excursiones y otras actividades al aire libre.
  • Fomentar la actividad física y la interacción social: Esto puede ayudar a reducir la dependencia de la tecnología, fomentar el movimiento y la expresión y regulación emocional.
  • Explorar configuraciones de bienestar digital en nuestros dispositivos: Desactivar las funciones de reproducción automática, limitar las notificaciones de ciertas aplicaciones, usar configuraciones que apaguen los dispositivos a cierta hora cada noche son ayudas para fomentar el autocontrol. Podéis explorar conjuntamente con vuestros hijos/as las diferentes opciones que tienen vuestros dispositivos y pactar y ajustarlas según sea necesario.
  • Analizar conjuntamente con nuestros/as hijos/as como las empresas de tecnología ganan dinero en el medio digital, a través de los anuncios, la información que introducimos, las redes sociales, las aplicaciones y los juegos. Explicitar los trucos que usan las empresas para captar su atención y la nuestra, puede ser revelador para ellos y un motivo más para fomentar su autocontrol.
  • Involucrar a los niños, niñas y adolescentes es primordial puesto son parte activa en la creación de momentos sin dispositivos electrónicos, pueden ayudar a elegir los momentos y lugares sin dispositivos y ser parte de las actividades que se realicen.
  • Hablar sobre el tema entre los miembros de la familia ayudará a crear conciencia y compromiso con la idea. Un momento en que los miembros niños, niñas y adultos estén disponibles y receptivos para hablar sobre el tema, sin que sea motivo de discusión o disputa acalorada.[12]
  • Celebrar los éxitos y logros de la familia, como pueden ser la creación de momentos sin dispositivos electrónicos. De este modo, ayudará a mantener la motivación y el compromiso a largo plazo.
  • Hacerlo divertido. Esos momentos sin dispositivos electrónicos no tiene que ser aburrida. Las familias pueden hacerlo divertido.

FOMENTANDO ACTIVIDADES SIN PANTALLAS

Hay un sinfín de actividades sin tecnología, para hacer conjuntamente con nuestros hijos e hijas, según su edad y la energía que ambos tengamos:

  • Juegos de mesas
  • Montar un puzle
  • Realizar un fuerte con sábanas, almohadas y cobijas
  • Formar figuras con plastilina
  • Destinar una o dos noches para juegos de mesa
  • Cocinar con ellos su plato o postre favorito
  • Colorear un libro o historietas juntos
  • Leer cuentos o historietas juntos
  • Jugar con juguetes tradicionales como yoyos, canicas, etc.
  • Hacer disfraces y jugar a ser superheroínas o superhéroes
  • Visitar parques
  • Practicar algún deporte juntos
  • Poner su música favorita durante el viaje en coche
  • Juegos de lenguaje, donde cada quien diga una palabra y forme un cuento
  • Jugar a adivinanzas con cosas o personajes

Se trata de experimentar, aprender a jugar y disfrutar del tiempo con familia y amigos, sin depender de la tecnología como el único medio de entretenimiento.

[1] Livingstone, S., Ólafsson, K., & Staksrud, E. (2013). Risky social networking practices among “underage” users: Lessons for evidence-based policy. Journal of Computer-Mediated Communication18(3), 303-320.

[2] Reid Chassiakos, Y. L., Radesky, J., Christakis, D., Moreno, M. A., Cross, C., Hill, D., … & Swanson, W. S. (2016). Children and adolescents and digital media. Pediatrics138(5).

[3] Common Sense Education. https://www.commonsense.org/education/family-tips/6-12-media-balance-and-well-being. Consultado el 27 de junio de 2023.

[4] Guía de Bienestar Digital para Familias. Google. https://static.googleusercontent.com/media/wellbeing.google/es//static/pdf/digitalwellbeingfamilyguide-es.pdf. Consultado el 27 de junio de 2023.

[5] Michavila, N., Abad, M. J., & García, P. (2018). El impacto de las pantallas en la vida familiar. Empantallados. GAD3.

[6] Common Sense Education. https://www.commonsense.org/education/family-tips/6-12-media-balance-and-well-being. Consultado el 27 de junio de 2023.

[7] Guía de Bienestar Digital para Familias. Google. https://static.googleusercontent.com/media/wellbeing.google/es//static/pdf/digitalwellbeingfamilyguide-es.pdf. Consultado el 27 de junio de 2023.

[8] Michavila, N., Abad, M. J., &amp; García, P. (2018). El impacto de las pantallas en la vida familiar. <em>Empantallados. GAD3</em>.

[9] Unicef. The Adolescent Brain. https://www.unicef-irc.org/adolescent-brain. Consultado el 27 de junio de 2023.

[10] Bilbao, Á. (2015). <em>El cerebro del niño explicado a los padres</em>. Plataforma.

[11] Infante, J. A. C., Romero, M. A. B., Amaya, P. M. D. C., Lara, D. C. I., &amp; Saravia, H. E. M. (2022). Uso y abuso de dispositivos móviles y su rol en el desarrollo de trastornos del sueño en adolescentes. <em>Alerta, Revista científica del Instituto Nacional de Salud</em>, <em>5</em>(1), 50-56.

[12] Monge Roffarello, A., &amp; De Russis, L. (2019, May). The race towards digital wellbeing: Issues and opportunities. In <em>Proceedings of the 2019 CHI conference on human factors in computing systems</em> (pp. 1-14).


La importancia de las palabras en la construcción de la realidad: la responsabilidad de comunicar bien en el tercer sector

LA IMPORTANCIA DE LAS PALABRAS EN LA CONSTRUCCIÓN DE LA REALIDAD: LA RESPONSABILIDAD DE COMUNICAR BIEN EN EL TERCER SECTOR

Sara Ferrer Pascual, Técnica de comunicación y marketing.

En el contexto actual, frenético, de exceso de información y canales de comunicación, una historia, un hecho, se pueden construir con unas pocas palabras.

Las palabras que usamos tienen el poder de construir marcos mentales, puedes contar una situación de una manera u otra y puede dar una perspectiva totalmente diferente sobre el mismo tema. Las palabras pueden llegar a forjar conductas, opiniones, estereotipos… Es por ello, que es imprescindible que tengamos cuidado en la forma en la que articulamos nuestros discursos.

La comunicación es fundamental en las organizaciones del tercer sector, por un lado, dentro de sus roles está el de informar: informar a personas que necesitan ayuda o acompañamiento, darles toda la información que puedan necesitar, orientación sobre medidas de seguridad, como encontrar a familiares… Y el de informar o sensibilizar al resto de población no implicada directamente en la causa para que la conozcan y puedan colaborar en la medida de lo posible.

Pero, por otro lado, la información también juega un papel imprescindible en la asignación de recursos. Si se comunica bien, será más fácil recibir fondos o influir en actores clave para mantener y escalar las actividades y acciones que se realizan desde las organizaciones del tercer sector.

La comunicación es, entonces, importante, pero también es delicada, sobre todo cuando tratamos y hablamos de personas. Es imprescindible partir de un profundo entendimiento de las diferentes realidades que vamos a comunicar y las personas sobre las que vamos a hablar, y cualquier acción comunicativa que realicemos tiene que ir orientada hacia la dignificación de esas personas. El lenguaje puede llegar a ser igual de excluyente que una barrera física, aunque a veces no nos demos cuenta. Comuniquemos, pero no a cualquier precio.

Es nuestra responsabilidad al hablar sobre personas, pensar primero, sobre qué lenguaje utilizamos, que imágenes mostramos, como hablamos sobre ellas… El Código internacional de conducta relativo al socorro en casos de desastre del CICR nos da una referencia, dice: “En nuestras actividades de información, publicidad y propaganda, reconoceremos a las víctimas de desastres como seres humanos dignos y no como objetos que inspiran compasión”. Enseñando una imagen fiel a la situación y “poner de relieve las aptitudes y aspiraciones de las víctimas y no sencillamente su vulnerabilidad y sus temores”. Evitando a toda costa el uso de un lenguaje paternalista que represente a las personas como seres indefensos y desfavorecidos que necesitan nuestra ayuda para ser salvados, creando una imagen estereotipada.

También, hay que otorgar la importancia y mostrar el papel de los actores locales y desmitificar el papel de “héroes y salvadores” de las organizaciones del tercer sector que promueven estereotipos racistas. Como indica el periodista Asier Hernando: “No se requieren más respuestas paternalistas, el Norte global no tiene que salvar al Sur global; puede colaborar, sumar sus esfuerzos, pero siempre reconociendo a sus organizaciones y actores locales”. Son realmente ellas las que conocen a los y las afectadas, sus necesidades, las que llegan primero, y las que empoderan a las comunidades porque forman parte de ellas. La buena noticia es que ya estamos empezando a ver en redes sociales muchas organizaciones que están usando un lenguaje más transparente y con una mirada decolonial confirmando la gran importancia de los actores locales.

Por otra parte, también es importante cuando hacemos referencia a grupos que incluyen personas de diferentes géneros, utilizar un lenguaje igualitario y no excluyente. Detectar desigualdades y aplicar medidas correctoras que mitiguen los sesgos sexistas en el uso de nuestro lenguaje e imágenes. Un documento como la “Guía para el uso no sexista del lenguaje en la Universitat Autònoma de Barcelona” siempre va bien para tenerlo a mano.

Cabe destacar que el lenguaje se adapta a la evolución de la sociedad y a las necesidades comunicativas y, por lo tanto, está en constante evolución y estoy segura de que pronto se recogerán más usos neutros del lenguaje para referirnos a personas que no se identifican con ningún género. Una buena práctica que podemos utilizar es, por ejemplo, que siempre que podamos aprovechemos nombres invariables en cuanto al género, como “persona”, que nos permite disponer de una palabra neutra “muy habitual en la lengua común […], que es tan útil que ya se ha fijado en algunas expresiones del lenguaje administrativo, como, por ejemplo, la persona interesada”. Usando un lenguaje igualitario promovemos la igualdad de género y evitamos la discriminación en el lenguaje.

Partir de una base comunicativa para cualquier profesional del tercer sector es, por tanto, imprescindible. Tratamos con personas y caminaremos siempre sobre un filo delicado en cualquier cosa que comuniquemos, pero vale la pena.

La responsabilidad de explorar nuevas plataformas digitales

Como bien dice el periodista Miguel Ángel Rodríguez García sobre las plataformas sociales: “Su papel es clave en ámbitos como la alerta temprana, el socorro en casos de desastre o la reducción del riesgo, ya que la disponibilidad masiva de teléfonos móviles y de internet ha cambiado por completo el paradigma de la comunicación. Las redes sociales como Facebook, TikTok o Twitter han demostrado en este contexto, como en la actual guerra de Ucrania, su capacidad de difusión y de movilización.” También tendremos el reto de adaptar el tono, el texto, las imágenes y las comunicaciones a la plataforma social en las que hayamos decidido estar.

Las organizaciones del tercer sector, por tanto, tienen que explorar y estar al tanto de los nuevos medios digitales y de comunicación que son tendencia. Si la manera de llegar a más personas que necesitan acompañamiento, para sensibilizar o recaudar fondos, ha cambiado, tenemos la responsabilidad de estar ahí.

Sin duda, hay que subirse a la rueda y rápido, pero con cabeza, los canales de comunicación cada vez son más variados y la comunicación más urgente.

Codigo de conducta relativo al socorro en casos de desastre para el Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja y las Organizaciones No Gubernamentales (ong). (2004, septiembre 20). Icrc.org. https://www.icrc.org/es/doc/resources/documents/misc/64zpm8.htm

García, M. Á. R. (2022, junio 21). Contar bien las crisis humanitarias. Ediciones EL PAÍS S.L. https://elpais.com/planeta-futuro/red-de-expertos/2022-06-21/contar-bien-las-crisis-humanitarias.html

Guía para el uso no sexista del lenguaje. (s/f). Uab.cat. Recuperado el 26 de junio de 2023, de https://www.uab.cat/Document/177/832/Annex3_LlenguatgeCASTweb.pdf

La importancia de la comunicación en las ONGs. (2023, febrero 20). Actualidad Nebrija. https://www.nebrija.com/medios/actualidadnebrija/2023/02/20/la-importancia-de-la-comunicacion-en-las-ongs/

Malax-Echevarria, A. H. (2023, abril 5). El mérito es suyo, ¿y solo suyo? Ediciones EL PAÍS S.L. https://elpais.com/planeta-futuro/3500-millones/2023-04-05/el-merito-es-suyo-y-solo-suyo.html?outputType=amp


El gran reto de gestionar la diversidad dentro de un equipo de trabajo

EL GRAN RETO DE GESTIONAR LA DIVERSIDAD DENTRO DE UN EQUIPO DE TRABAJO

Sara Polo, Gestión de Servicios Generales y Administración.

Gestionar la diversidad dentro de una organización, es un proceso continuo que implica la creación de un entorno inclusivo y equitativo para todos los integrantes del equipo, independientemente de cuáles sean sus diferencias y que se ha convertido en una característica vital a las organizaciones.

La gestión de la diversidad de un equipo y su bienestar general, es un reto alentador, porque en la ecuación hay diferencias generacionales, diferencias culturales, orígenes étnicos diferentes, creencias, idiomas, etc., que enriquecen la organización y que a la vez hay que tener mucho en cuenta para generar un espacio seguro.

Encontrar el punto de unión en un grupo con diferentes gustos, intereses y maneras de entender la vida, no siempre es un hito tan fácil de lograr como podría parecer en un inicio. Puede parecer evidente que a todo el mundo le gusta practicar deporte, el teatro, la música, dibujar, comer alimentos normalizados… pero, ¿qué pasa cuando quieres plantear una actividad al gusto de todo el mundo, donde todos nos sintamos cómodos y disfrutemos de lo que se nos propone? ¿Qué pasa cuando la actividad sugerida te gusta y querrías disfrutarla, pero tu cuerpo no reacciona como cuando tenías 20 años? Aquello que para algunos es un regalo de la vida, adrenalina pura, alegría, felicidad y disfrute, para otras quizás no es la opción más deseada. Aquello que a algunos nos puede parecer una tontería, para otras puede ser muy importante e incluso el motor de su vida…

Aquí es donde está la riqueza de hacer un ejercicio de empatía para gestionar la diversidad y dejar el juicio aparcado en la entrada de las oficinas.
A veces, damos por sentadas cosas que, a priori, parecen evidentes y después vienen las sorpresas. Y es cuando nos ponemos las manos en la cabeza y decimos aquello de: ¿Cómo no lo había pensado antes?

Entonces, ¿qué tenemos que hacer para gestionar la diversidad y que las personas se sientan que están en un ambiente seguro y de calidad humana? ¿Cómo lo hacemos de manera efectiva? Habrá que promover y fomentar la cultura de inclusión, el respeto mutuo, la apertura a diferentes perspectivas y celebrar las diferencias individuales.

  • Fomentar el liderazgo inclusivo, de forma que los líderes de la organización sean un ejemplo y modelo a seguir, ofreciendo oportunidades de inclusión y en su toma de decisiones.
  • Políticas y prácticas de contratación inclusiva, garantizando un proceso de selección justo y equitativo.
  • Programas de desarrollo y formación que ofrezcan igualdad de oportunidades a todos los miembros del equipo. Estos programas tienen que estar basados en el mérito y permitir el crecimiento de todas las personas por igual.
  • Comunicación abierta y honesta, creando espacios seguros donde los miembros del equipo puedan expresarse y compartir experiencias, generando apoyo y potenciando el sentimiento de pertenencia.
  • Evaluación y seguimiento, realizando evaluaciones periódicas, para medir el progreso y la evolución del clima laboral.
  • Fomentar el trabajo en equipo, organizando actividades que fomenten la colaboración, compartiendo espacios y dinámicas que ayudan a conocer las fortalezas y habilidades de los otros.
  • Cuando surjan diferencias, buscar soluciones que puedan satisfacer las necesidades y preocupaciones de todos los miembros del equipo.

Además de estos puntos clave, una buena manera, es observar y escuchar. Hay que aprovechar cada encuentro: una pequeña reunión en la hora de la comida, lo que se nos explica en la pausa del café o un comentario rápido en el pasillo, nos ayudarán a prever si aquello que hemos pensado y trabajado será un éxito y generará sentimiento de pertenencia dentro de la organización.

Cuando tengamos una propuesta, buscaremos la iniciativa que genere un mayor impacto positivo para todo el equipo y que se adapte al interés de la mayoría, siempre dentro de los objetivos que están establecidos para lograr un alto sentimiento de pertenencia y cohesión grupal.

Sabemos que no siempre conseguiremos un 10 de 10, pero sí, como mínimo, encontramos aquel punto en que la actividad o la propuesta nos dé la oportunidad de explorar nuevas opciones y si se facilita el desarrollo de esta, ya tenemos mucho ganado.

También hay que tener muy presente en la hora de preparar una dinámica, una cena, una reunión… es el respeto a las ideologías y las costumbres. A la decisión y convicción de una determinada forma de vivir y de alimentarse. No podemos ningunear estas casuísticas que fácilmente pueden pasar desapercibidas, pero que el otro reconoce y aprecia cuando alguien ha pensado y ha puesto en valor.

Tener cura del equipo, también quiere decir respetar que el otro puede querer mantener una parcela de su privacidad y no compartirla.

El sentimiento de pertenencia y de inclusión se construye en el día a día y surge de forma orgánica y natural, cuando se ha puesto en valor tu opinión, tus preferencias y han pensado en tus características. Y todas estas acciones cotidianas, te dan la certeza que eres una pieza clave dentro de la organización.
Desde el área de personas, intentamos proponer actividades y dinámicas que no solo cumplan con el objetivo marcado desde dirección, de cohesionar e incentivar el sentimiento de pertenencia, sino, dar la oportunidad a los otros de descubrir que el bienestar, empieza cuando te sientes escuchado, respetado y acompañado.


La apropiación es la clave del éxito en la sostenibilidad de los proyectos

LA APROPIACIÓN ES LA CLAVE DEL ÉXITO EN LA SOSTENIBILIDAD DE LOS PROYECTOS

Pape Makhtar, Responsable de país, Senegal, Área de Desarrollo Global

La apropiación de los proyectos de desarrollo es el primer paso hacia su sostenibilidad. Al involucrar a las comunidades locales y a las partes interesadas en todo el proceso del proyecto, nos aseguramos que las iniciativas se adaptan mejor a las necesidades locales y puedan ser gestionadas eficientemente a largo plazo.

Sin embargo, para garantizar la sostenibilidad de los proyectos de desarrollo, también es importante tener en cuenta todos los contextos en sus diferentes componentes: políticos, económicos, sociales y ambientales. Esto significa que los proyectos deben ser diseñados para satisfacer las necesidades identificadas por las comunidades locales, ser económicamente viables y respetuosos con el medio ambiente.

En resumen, la apropiación es un primer paso crucial hacia la sostenibilidad de los proyectos de desarrollo, pero debe ir acompañada de una planificación y ejecución reflexivas.

La aparición del concepto de apropiación es bastante reciente y está estrechamente relacionada con la evolución del pensamiento sobre el fenómeno del “desarrollo”. La palabra desarrollo es a la vez generosa y ambigua. El concepto de desarrollo surge en las décadas de 1940-1950, cuando se percibe que aún existen desigualdades entre las regiones en las sociedades ricas y se producen movimientos sociales a nivel mundial a favor de la descolonización. Las reflexiones sobre el concepto de desarrollo otorgan un papel más importante a los seres humanos, tanto individual como colectivamente, en la creación del mundo y en el crecimiento de la riqueza. Según François Partant: “el desarrollo solo puede ser la realización progresiva de un doble potencial: por un lado, el potencial que representa cualquier comunidad humana y todos los individuos que la componen; por otro lado, el potencial que constituye el entorno físico en el que se encuentra esta comunidad, un entorno que utiliza para asegurar su existencia y preparar la de las generaciones futuras. De la misma manera que un niño se desarrolla convirtiéndose en adulto y no simplemente poniéndose un traje de adulto, una sociedad se desarrolla a partir de lo que es en sí misma, aprovechando los recursos que la rodean y que varían mucho de un lugar a otro en el planeta”.

Por lo tanto, entendemos fácilmente que el fundamento del desarrollo socioeconómico tan buscado en nuestras intervenciones no se limita a una ambición política, sino más bien a un compromiso de las diferentes partes interesadas de todos los ámbitos. La gestión inclusiva y colegiada garantiza la apropiación de nuestras intervenciones a través de la participación activa y continuada de las comunidades locales y las partes interesadas en la implementación de los proyectos y la reflexión sobre su sostenibilidad. Esto se puede lograr fortaleciendo las capacidades locales y asegurando la transferencia de competencias y recursos adecuados. La apropiación pasa necesariamente por la implicación de las diferentes partes interesadas, no se limita simplemente a compartir las acciones previstas o a una implementación concertada, sino que debe ser una acción transversal y continua en los diferentes niveles del proyecto.

La identificación, planificación, implementación, seguimiento y evaluación son etapas fundamentales del proceso de desarrollo, pero es crucial repensar cómo abordamos estas etapas para fomentar una verdadera apropiación por parte de las partes interesadas. Los beneficiarios ya no deben ser considerados como meros receptores pasivos, sino como actores beneficiarios y garantes del éxito de las intervenciones.

Algunas acciones de desarrollo logran generar mejoras sostenibles, mientras que otras solo logran cambios puntuales o incluso fracasan debido a la falta de pertinencia y apropiación por parte de las partes interesadas. Las causas del fracaso en la apropiación son diversas:

  • La prisa de los financiadores y las agencias ejecutoras, que dejan poco espacio para el éxito en la apropiación. Esto debilita las iniciativas comunitarias, socaba la confianza en sí mismas y evita que las poblaciones adquieran habilidades y comprensión de los problemas. Las poblaciones terminan percibiendo el proyecto como una fuente de financiamiento externo o una obra de caridad, lo que limita su compromiso real.
  • La falta de estudios técnicos o socioeconómicos de viabilidad, o la existencia de estudios incompletos o incorrectos. Estas deficiencias iniciales a menudo conducen a defectos de construcción o situaciones que comprometen la ejecución y la sostenibilidad de las obras del proyecto.
  • Intervenciones rígidas concebidas de manera aislada y que no se adaptan a las realidades socioeconómicas locales, al ritmo de progreso, a la capacidad de absorción y a las necesidades reales de las poblaciones. La falta de conocimiento de la realidad de los beneficiarios, la falta de empatía, respeto y confianza son ingredientes perfectos para el fracaso del proyecto.
  • El establecimiento de agencias ejecutoras cuyos centros de toma de decisiones se encuentran fuera del área de intervención, lo que retrasa el intercambio de conocimientos e información y limita la supervisión efectiva.
  • La falta de un sistema de gestión y control coordinado.
  • Cuando las acciones de desarrollo son llevadas a cabo por el Estado, el fracaso a menudo está relacionado con las mismas estructuras administrativas y su falta de comunicación. Estas estructuras adoptan un enfoque burocrático descendente (top-down) que no permite la participación de las poblaciones objetivo en la identificación de los problemas, lo que bloquea su autonomización. Un enfoque coercitivo alienta a las poblaciones a agruparse únicamente para obtener beneficios, sin pensar en su autonomización.

Por lo tanto, las iniciativas que tienen éxito son aquellas que evitan estos errores e incorporan los siguientes enfoques y maneras de funcionar:

  • Después de varias sesiones de identificación, observación, información y discusión, se elaboran con las comunidades y para las comunidades.
  • Organizan sesiones de capacitación y fortalecimiento de capacidades para los responsables de las organizaciones comunitarias.
  • Tienen un sistema de seguimiento y control del proyecto inclusivo (involucrando a las diferentes partes interesadas) establecido por la agencia ejecutora o de gestión del proyecto.
  • Realizan la evaluación de los resultados junto con las comunidades.
  • Saben establecer y mantener redes de comunicación.
  • Tienen un seguimiento institucional y reportes periódicos sobre los aspectos más destacados y las actividades en curso.
  • Han logrado la participación de los responsables de las “estructuras administrativas”, quienes a su vez han sido capaces de “crear” y mantener redes de comunicación con los grupos objetivo.

En definitiva, todos estos aspectos facilitan la apropiación adecuada del proyecto por parte de los grupos meta. De esta manera, las parte implicadas:

✓ Habrán tomado conciencia de sus problemas, sus necesidades profundas y habrán ganado confianza.
✓ Habrán comprendido desde el principio el proyecto con sus objetivos y desafíos.
✓ Habrán participado en el proyecto, impulsados por líderes locales, y se habrán organizado para cumplir con el cronograma de trabajo conjunto.
✓ Habrán tomado decisiones a todos los niveles gracias a una gestión transparente e inclusiva del proyecto.

Por lo tanto, es importante comprender que la apropiación se considera como el primer hito en el proceso de sostenibilidad de cualquier proyecto de desarrollo. Mediante la participación y apropiación de un proyecto o programa por parte de las diferentes partes interesadas, se puede garantizar el establecimiento de un proceso de sostenibilidad político, institucional, comunitario, técnico, económico y financiero a través de una dinámica organizativa inclusiva. La apropiación es, en definitiva, tanto un enfoque como un comportamiento, que es clave para la sostenibilidad de los proyectos.


La combinación entre la agricultura y una población con 70% de jóvenes tiene un potencial muy interesante

« Africa is a youthful continent, 70% of our population is under 35. Nutrition and access to nutritious food is critical for young people. But young people also make a huge part of the labor force for agriculture. Through the work I do with LEAP Africa, we train young people in public schools on leadership and social innovation to become entrepreneurs to start and scale successful food companies and agribusinesses in Africa »

‌La autora de este artículo reflexiona sobre la agricultura y la población joven. Según datos del Banco Mundial, tres cuartos de la población pobre en el mundo reside en las áreas rurales del planeta. Y en términos de empleo, las actividades agrícolas son las que concentran la mayor participación en la generación de empleo. De esta manera, observamos como la combinación entre la agricultura y una población con 70% de jóvenes tiene un potencial muy interesante.

Sin embargo, hay dos retos que hay que tener en cuenta:

  • Éxodo rural creciente de los jóvenes a las ciudades: por ello es esencial trabajar en la generación de oportunidades de empleo que fomenten una mayor y eficiente conectividad entre campo y ciudad
  • El Cambio Climático trae consigo sequías e inundaciones recurrentes que afectarán de manera muy particular la zona saheliana y sus actividades agrícolas. Factor que reforzará a un más el éxodo rural de la población juvenil. Por lo tanto, es de suma importancia trabajar para crear tecnologías que promuevan esta resiliencia y adaptación de la agricultura al Cambio climático.

Nuestra área de desarrollo global lleva a cabo un bonita iniciativa que combina estos dos retos: ULDLR, una entidad socia de nuestro Programa de Empleabilidad en Senegal que conecta las necesidades del mundo rural formando a jóvenes como instaladores solares para el riego en la agricultura. El agua, un bien en entredicho con el cambio climático, queda garantizado gracias al bombeo por sistema solar de acuíferos más profundos que no se secan.


IA y la democratización de la comunicación en el tercer sector

IA Y LA DEMOCRATIZACIÓN DE LA COMUNICACIÓN EN EL TERCER SECTOR

Ana Peris, Responsable de Comunicación y Marketing

La inteligencia artificial (IA) está revolucionando el panorama de la comunicación, prometiendo soluciones mucho más accesibles que suponen una gran oportunidad, especialmente para aquellas organizaciones de menor tamaño. Pero es importante tener en cuenta sus implicaciones y limitaciones.

La comunicación efectiva es una pieza esencial para el éxito de cualquier organización, incluidas las del tercer sector, a pesar de su naturaleza distintiva.

Más allá de la captación de fondos, la comunicación puede evidenciar sus logros y desafíos, construir relaciones sólidas y duraderas con los stakeholders (ayudando a establecer alianzas estratégicas con otras organizaciones, instituciones académicas, empresas y gobiernos), promover una mayor participación y apoyo en la causa y, en definitiva, ampliar el alcance de los programas y proyectos.

Mediante campañas de sensibilización, educación y promoción, la comunicación puede incluso ayudar a generar un cambio de actitudes, romper estereotipos y promover una mayor equidad, justicia y sostenibilidad en la sociedad, influenciando políticas públicas e impulsando cambios sociales.

Sin embargo, las organizaciones y entidades pequeñas y medianas, pueden dotar habitualmente con pocos recursos la partida de comunicación y los servicios profesionales de acompañamiento quedan a menudo excluidos o limitados. La inteligencia artificial está revolucionando este panorama prometiendo soluciones mucho más accesibles.

La IA se utiliza ya para la asistencia u orientación mediante programas conversacionales, para identificar audiencias, personalizar mensajes y automatizar tareas; pero se perfila como especialmente útil para la creación de contenidos.

La creación de contenido de calidad y relevante implica un proceso costoso y consume la mayor parte de los recursos de comunicación: recursos económicos, pero también de tiempo y atención del equipo humano implicado. Ahora, la IA nos ofrece herramientas para crear contenido escrito de manera automatizada, así como herramientas específicas para automatizar gran parte del proceso de edición de video, generar voces sintéticas realistas para agregar narraciones y comentarios, facilitar la traducción y creación de subtítulos en diferentes idiomas o ayudar en la creación de contenido visual, como imágenes y gráficos.

Tras la explosión de los últimos meses, existen plataformas y herramientas basadas en IA que pueden ayudarnos a casi cualquier cosa. Generan webs, blogs, diagramas, presentaciones, descripciones, publicaciones en redes sociales. Los beneficios en todos los casos son los mismos: ahorrar tiempo y recursos y, aunque no se especifique, subyace también el de eliminar la necesidad de la figura del especialista.

La primera promesa de ahorrar tiempo y recursos no genera dudas, apenas solo una reflexión sobre la inversión necesaria para explorar las opciones, elegir la más adecuada y aprender a sacarle el máximo provecho: para hacernos una idea, solo en el último mes se estima que han salido al mercado entre 2.000 y 5.000 nuevas herramientas de IA. No hay que subestimar el esfuerzo necesario para navegar esta nueva realidad, especialmente si se hace desde una perspectiva profesional y se pretende profundizar en ella.

La segunda promesa, menos explícita, de eliminar la figura del especialista, requiere quizás de más matices. La IA elimina una enorme barrera de entrada minimizando los conocimientos técnicos necesarios para la creación de contenidos. Este no es un proceso nuevo. Por poner un ejemplo, no es equivalente el tiempo necesario para dominar un programa como Photoshop, con los conocimientos necesarios para poder crear en Canva (aunque tampoco lo son los resultados que se pueden obtener), pero ahora Microsoft Designer asegura introducir nuevos niveles de profesionalización en los resultados sin la necesidad de mayor formación o inversión en el manejo del propio programa. Y esto sin contar con la reciente incorporación de la IA generativa en el propio Photoshop.

La posibilidad de que un perfil no especializado cree contenidos a los que antes no podía acceder es sin duda una realidad y una buena noticia. Aún más: es una oportunidad emocionante para aquellas organizaciones que no se pueden permitir contar con gráficos, editores, o cualquier figura profesional que los apoye en sus comunicaciones. Supone la democratización de la comunicación y, en cierta forma, incluso puede nivelar parcialmente el campo de juego y permitir que las pequeñas entidades del sector social accedan a las opciones que siempre han tenido organizaciones más grandes.

Y si digo “parcialmente” es por dos motivos. De un lado, la inversión necesaria en medios cuando se pretende incrementar la notoriedad no se ve alterada por estas herramientas (algunas dicen ayudar a mejorar el ROI, pero en todo caso no eliminan el coste de las campañas) y no es una partida menor cuando existe necesidad de alcance.

Por otra parte, estas nuevas herramientas no substituyen la base de conocimiento del especialista: eliminan la complejidad de las herramientas, pero no instruyen sobre los fundamentos de la comunicación textual o visual, no tienen visión creativa, ni aportan el criterio necesario para saber la validez o sesgo de los datos que aportan, lo que puede llevar a la desinformación y a obviar cuestiones fundamentales relativas a la justicia y responsabilidad social, además de la concreción para una comunicación efectiva o la construcción de marca.

Es importante, pues, reivindicar el rol de los especialistas, que aportan una combinación única de habilidades, conocimiento y experiencia que permite una comunicación más efectiva, estratégica y adaptada a las necesidades específicas de la entidad y su audiencia. La creatividad y la estrategia son elementos esenciales que la IA aún no puede igualar en términos de originalidad y enfoque.

Hablaríamos entonces, como modelo ideal, más bien de co-creación: un enfoque mixto que permite aprovechar el potencial de la IA para aumentar la productividad y la eficiencia, al tiempo que se asegura la calidad y efectividad de la comunicación. Es una forma de combinar la automatización con el toque humano, maximizando los resultados y logrando una comunicación más veraz, impactante y estratégica.

Quizás es solo una cuestión de tiempo, ya que la naturalización de la comunicación entre humano y herramienta hace que cada vez esté más cerca de poder guiar también en cuestiones de oficio. Quizás lo único que haga falta en un futuro sea saber realizar las preguntas y peticiones adecuadas. Pero incluso estas nos devuelven, de nuevo, a la necesidad de un conocimiento de base o lo que es lo mismo: de un profesional.


Día Mundial de la Nutrición: trabajemos para que todas las personas puedan vivir una vida sana y plena

En el Día Mundial de la Nutrición, cada 28 de mayo, recordamos la importancia de una nutrición adecuada para la salud y el bienestar.

Todavía hay miles de millones de personas en el mundo que no pueden permitirse una dieta sana. Un informe reciente de Naciones Unidas recuerda que, si bien el mundo ha avanzado en el suministro de calorías suficientes para alimentar a la población mundial, aún queda un largo camino por recorrer para alimentar de forma sostenible a todas las personas, en todas partes.

Las personas en situación de vulnerabilidad a menudo se encuentran con desafíos que dificultan el acceso a una nutrición adecuada. Estas barreras pueden incluir limitaciones económicas, falta de acceso a alimentos frescos y saludables, educación nutricional limitada y dificultades para adquirir habilidades culinarias básicas. Sin embargo, es crucial abordar estas barreras y trabajar juntos para superarlas. La malnutrición en todas sus formas (la desnutrición, las carencias de micronutrientes, el sobrepeso y la obesidad) puede tener efectos devastadores en la salud y el bienestar de las personas, especialmente en los niños/as. La falta de nutrientes esenciales puede retrasar el crecimiento y el desarrollo, aumentar el riesgo de enfermedades e incluso llevar a la muerte.

Uno de los ejes estratégicos del programa de nutrición de la fundación es la prevención de todas las formas de malnutrición en los menores de 2 años, especialmente la desnutrición: retraso de crecimiento (malnutrición crónica) y la emaciación (malnutrición aguda), las deficiencias en micronutrientes y el sobrepeso. El periodo que va desde que nace el niño/a hasta su segundo año se conoce como la ventana de oportunidad de los 1000 días. Invertir e intervenir durante este periodo tiene un impacto notable y se considera como la única opción para prevenir el retraso de crecimiento y romper el ciclo intergeneracional de la malnutrición y de la pobreza. Efectivamente, durante los primeros años de vida se crean conexiones neuronales esenciales, lo que asienta las bases de su desarrollo, aprendizaje, productividad y bienestar social. Durante la pequeña infancia, la malnutrición puede implicar un retraso en el desarrollo o una discapacidad a largo plazo, y afectar al desarrollo y al aprendizaje del niño, y luego a la productividad y a la capacidad de ganarse la vida en la edad adulta.

La lactancia es uno de los elementos que hay que priorizar durante la pequeña infancia para garantizar un buen desarrollo, ya que contribuye a un crecimiento con buena salud y al desarrollo del cerebro, protege al niño de enfermedades crónicas y potencialmente mortales y favorece la estimulación cognitiva y los vínculos entre madre e hijo. La leche materna aporta toda la energía y los nutrientes que necesita el bebé durante los seis primeros meses de vida, y continúa cubriendo la mitad o más de sus necesidades nutricionales durante el segundo semestre de vida y hasta un tercio durante el segundo año.

Es importante destacar que el hambre y la malnutrición no son solo problemas en los países en desarrollo. Incluso en países desarrollados, muchas personas no tienen acceso a alimentos saludables y asequibles.

En este Día Mundial de la Nutrición, es relevante tomar medidas para abordar el problema de la malnutrición en el mundo. Juntos podemos trabajar para asegurarnos de que todas las personas tengan acceso a alimentos saludables y nutritivos para vivir una vida sana y plena.


Proyecto de fortalecimiento nutricional y de salud para la primera infancia en las regiones de Dakar y Saint Louis

Les presentamos a Ndeye, de 11 meses. Hace unas semanas se le identificó a través de las actividades de evaluación comunitaria en uno de nuestros proyectos de nutrición que sufría desnutrición aguda severa (SAM). Esto significaba que su estado era muy crítico y estaba en peligro inminente de muerte.
La desnutrición es una condición que ocurre cuando el cuerpo no recibe los nutrientes esenciales que necesita para funcionar correctamente. La SAM es responsable de la mayoría de las muertes de niños menores de 5 años en todo el mundo y es una emergencia médica que requiere un tratamiento rápido y eficaz.

Cuando nuestro equipo se ocupó de Ndaye, se encontraba en estado crítico. Estaba muy débil y necesitaba una nutrición intensiva para estabilizar su condición: el equipo de la organización AcDev inmediatamente comenzó a trabajar con la madre de la niña para brindarle la atención y el asesoramiento que necesitaba para ayudar a su hija a recuperarse.

Ndaye recibió alimentos terapéuticos listos para usar (RUTF) y harinas enriquecidas producidas en el marco del proyecto. Hoy, apenas unas semanas después, Ndaye ya ha logrado un progreso significativo: ha ganado peso, tiene más energía y ha recuperado el apetito. Ha sido reevaluada por el equipo de nutrición y reclasificada como caso de desnutrición aguda moderada (MAM). Esto significa que está en el camino de la recuperación total.

Estamos felices de saber que pudimos ayudar a Ndaye y a su familia a superar esta terrible experiencia y continuaremos trabajando para garantizar que siga recibiendo la atención que necesita y para ayudar a otros niños desnutridos a recuperarse y prosperar.


Las competencias transversales, habilidades clave para el futuro del empleo

LAS COMPETENCIAS TRANSVERSALES, HABILIDADES CLAVE PARA EL FUTURO DEL EMPLEO

Berta Villà, Project Manager Zing Network, Zing Programme

Vivimos en un entorno VUCA (volátil, incierto, complejo y ambiguo) en el que la tecnología, la digitalización, la IA, las nuevas formas de trabajar… nos plantean retos constantes y nuevos métodos de aprendizaje. Las nuevas tendencias condicionan en consecuencia el tipo de perfil más demandado por el mercado laboral.

El Foro Económico Mundial ya avanzó en su Informe sobre el Futuro del Trabajo 2020 [1], en el que traza un mapa de los empleos y las habilidades del futuro, que:

La mitad de la fuerza trabajadora en el mundo deberá volver a capacitarse en nuevas habilidades en los próximos años, particularmente en las áreas de resolución de problemas, autogestión, trabajo colaborativo y el uso y desarrollo de tecnologías.

En concreto, identificó las siguientes habilidades como las que serán más demandadas por el mercado laboral en el 2025:

  1. Pensamiento analítico e innovación
  2. Aprendizaje activo y estrategias de aprendizaje
  3. Resolución de problemas complejos
  4. Pensamiento y análisis crítico
  5. Creatividad, originalidad e iniciativa
  6. Liderazgo e influencia social
  7. Uso, control y monitoreo de la tecnología
  8. Diseño y programación de tecnología
  9. Resiliencia, tolerancia al estrés y flexibilidad
  10. Razonamiento, solución de problemas y generación de ideas

En el pasado eran las hard skills (habilidades específicas de un puesto o perfil profesional) las más demandadas por las empresas. Sin embargo, nos encontramos en un momento de cambio donde el perfil del empleado más valorado será aquel que tenga mejor trabajadas las soft skills (habilidades indirectamente relacionadas con el desempeño laboral).

Lo más buscado no es un perfil, sino una habilidad. El trabajo no es para toda la vida, pero sí las habilidades y la necesidad de adaptarse al mercado.

¿Y cómo afrontamos este nuevo paradigma?

Principalmente, a través de la educación, que como es bien sabido, es uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenibles (ODS) para erradicar la pobreza. Una educación de calidad contribuye a reducir las desigualdades y en consecuencia romper con el ciclo de la pobreza. Debemos garantizar una educación inclusiva y equitativa de calidad y promover oportunidades de aprendizaje permanente para todos.

La respuesta a este reto pasa por aunar esfuerzos entre los siguientes actores:

  1. Gobiernos: poniendo el foco en la educación de sus políticas públicas.
  2. Sector privado: reforzando económicamente los vacíos a los que no llega la Administración Pública.
  3. Organizaciones no gubernamentales: trabajando en la educación de los jóvenes y reforzando las competencias transversales de los mismos con el objetivo de que consigan empleos de calidad.

Sin embargo, actualmente más de tres cuartas partes de las empresas de la UE señalan que tienen dificultades para encontrar trabajadores con las capacidades necesarias, y las últimas cifras de Eurostat indican que solo el 37 % de los adultos reciben formación de forma periódica [2].

La respuesta de ZING Programme

ZING es un programa del área de empleabilidad de la Fundación Nous Cims cuyo principal reto es mejorar la empleabilidad de los más de 2.000 jóvenes en situación de vulnerabilidad que han pasado por el programa. Y lo hace a través del descubrimiento vocacional, del acceso a estudios postobligatorios y de un acompañamiento personalizado; trabajando las competencias transversales más demandadas por el mercado laboral y multiplicando las opciones de acceso a un empleo de calidad.

El rol de la comunidad como elemento fundamental en el itinerario formativo y de inserción laboral de los jóvenes

Una comunidad es un conjunto de personas que tienen un objetivo común.
El objetivo de ZING Programme es que todos los jóvenes que forman parte de la red consigan un trabajo vocacional de calidad a través de:

a) El refuerzo de competencias transversales más demandadas por el mercado laboral.
b) La construcción de nuevas relaciones personales y profesionales que enriquezcan su red de contactos para su éxito educativo y profesional.

Impulsamos una serie de actividades y servicios sustentados siempre sobre el trabajo por competencias y en base a las siguientes tres palancas estratégicas:

  1. Lifelong learning: la formación de los jóvenes no acaba en el momento en el que finalizan sus estudios. La sociedad en la que vivimos se encuentra en permanente cambio, por lo que es imprescindible seguir formándose a lo largo de la vida. Así lo confirma el informe “Why lifelong learning is essential for modern society” de la Organisation for Economic Co-operation and Development (OECD) [3]. Todas las actividades (en formato online o presencial) que proponemos para los jóvenes que forman parte de la red ZING van dirigidas a trabajar las competencias que más demandan las empresas.
  2. Networking: impulsamos la construcción de relaciones personales y profesionales a través de actividades lúdicas y deportivas y a través de la plataforma digital comunitaria ZINGLAND.
  3. Compromiso social: empoderando a los jóvenes para que sean líderes responsables y que contribuyan a construir una sociedad más justa.


Más allá de ofrecer un empleo a los jóvenes

MÁS ALLÁ DE OFRECER UN EMPLEO A LOS JÓVENES

José A. Serrano Álvarez, Programme Manager de empleabilidad, Área de Desarrollo Global

Hace unos días republicaba en LinkedIn una noticia donde se afirmaba que en los próximos años se crearán miles de empleos en un determinado sector de la economía. Enseguida, uno de mis contactos en LinkedIn, y además amigo, contestó que era necesario que estos trabajos no fuesen trabajos basura; esto es, que no fuesen precarios y de mala calidad.

Era interesante esa puntualización porque, aunque pueda parecer una obviedad, no solo es crucial que los jóvenes puedan acceder a un empleo, sino que este sea de calidad.

Los desafíos de los jóvenes en un mundo cambiante

La actual generación de jóvenes es la más numerosa en la historia del mundo y en muchos de los países del Sur más del 60% de la población son jóvenes de entre 15 y 24 años. Nunca los jóvenes lo han tenido fácil y siempre han tenido que afrontar desafíos ‘inéditos’ respecto a épocas precedentes. Pero la actual generación de jóvenes (esto es, los nacidos en los últimos años del siglo pasado y los primeros de este siglo) han de enfrentarse a cambios que se están sucediendo a una velocidad tal que probablemente no vivió ninguna de las generaciones anteriores.

Los jóvenes son una fuerza positiva de cambio transformador y un actor fundamental de un desarrollo sostenible e inclusivo. Sus oportunidades para comunicarse, actuar e influir no tienen precedentes, como tampoco los tienen los desafíos que enfrentan, apareciendo entre ellos las nuevas formas de organizar la producción y el trabajo, los cambios tecnológicos y la revolución digital, pero también la incertidumbre económica, el cambio climático o las diversas formas de vulnerabilidad y exclusión. No está de más añadir que estas dificultades afectan en mayor manera a jóvenes pertenecientes a minorías o a grupos vulnerables.

En lo que se refiere al acceso al mercado laboral, en general y tanto en Europa como en los países del Sur, los jóvenes enfrentan mayores obstáculos que los adultos, lo cual se ve reflejado en las tasas de desempleo juvenil, las cuales suelen triplicar la de los adultos. En los países del Sur, sucede además que más de 3/4 de los trabajadores jóvenes están empleados en condiciones informales, por lo que no cuentan con ningún tipo de protección social. A ello se añade que un porcentaje importante de jóvenes no estudian ni trabajan y son los llamados Ni-Ni. En un mundo dinámico de profundas renovaciones tecnológicas, enfrentar el desafío de la empleabilidad de los jóvenes es complicado, pero en muchos países del Sur lo es más aún debido a la persistencia de sistemas educativos poco inclusivos, una mayor incidencia de la pobreza y desigualdad entre los jóvenes, y la exclusión de aquellas pertenecientes a minorías. Además, las personas jóvenes suelen verse también más afectadas por los altos niveles de inseguridad y violencia que se viven en algunos países.

Señala el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) que para abordar estas problemáticas y desafíos es necesario adoptar una perspectiva integral. Es decir, los problemas del desarrollo van más allá de umbrales mínimos de ingresos, necesidades básicas o carencias para todos. Supone garantizar sistemas de protección social a lo largo del ciclo de vida de las personas, elevar los estándares laborales, mejorar la calidad de los servicios sociales, expandir el acceso a sistemas de cuidados, garantizar la paridad de género, reconocer los derechos multiculturales y plurinacionales de los pueblos y las comunidades, mejorar la seguridad ciudadana, proteger el medio ambiente, asegurar el acceso a la energía renovable y fortalecer la resiliencia ante desastres.

Precisamente, reconoce el PNUD que la juventud es clave para avanzar en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y para generar procesos de inclusión efectivos. Así, ha desarrollado una Estrategia para la Juventud con tres pilares: 1) un mayor empoderamiento económico de los jóvenes, 2) un mayor compromiso cívico y participación de los jóvenes en la toma de decisiones, la vida política y las instituciones públicas, y 3) un fortalecimiento de la participación de los jóvenes en la construcción de resiliencia.
Para el empoderamiento socioeconómico de los y las jóvenes, el trabajo decente y la creación de medios de vida son fundamentales. No solo supone incrementar la cantidad de puestos de trabajo para las y los jóvenes —con foco en quienes encuentran mayores dificultades de inclusión, como por ejemplo mujeres, indígenas, migrantes o jóvenes de zonas rurales y peri urbanas—. También requiere promover empleos de calidad y aumentar el acceso a protección social. Igualmente, requiere el apoyo a iniciativas emprendedoras mediante el acceso a financiación y a los mercados.

Pero ¿de qué hablamos cuándo nos referimos a ‘empleos de calidad? En 1999 la Organización Internacional del Trabajo (OIT) al aprobar la Declaración de la OIT sobre Principios y Derechos Fundamentales en el Trabajo, propuso el concepto de ‘trabajo decente’ que podría servir para definir lo que son trabajos de calidad.

¿Qué es el trabajo decente?

El trabajo decente, según la OIT es un trabajo que ofrece condiciones de empleo seguras y dignas para todos los trabajadores, sin discriminación. Estas condiciones incluyen un salario justo, una jornada de trabajo razonable, seguridad en el empleo, libertad para sindicalizarse, y el respeto de los derechos humanos y laborales fundamentales.

Yendo al detalle de cada uno de los componentes del ‘trabajo decente’ un salario justo es uno que permite a los trabajadores y sus familias vivir con dignidad y tener acceso a la educación, salud y alimentos. Una jornada de trabajo razonable es aquella que no exceda el límite de 48 horas semanales y que ofrezca descansos adecuados. La seguridad en el empleo significa que los trabajadores tienen derecho a una indemnización en caso de despido. La libertad para sindicalizarse significa que los trabajadores tienen derecho a formar sindicatos y asociaciones para mejorar su situación laboral. El respeto de los derechos humanos y laborales fundamentales significa que los trabajadores deben tener libertad para expresar sus opiniones y derecho a la negociación colectiva.

La calidad del empleo en los países del Sur

Aunque el concepto de ‘trabajo decente’ ya ha sido incorporado a la agenda del empleo en la mayoría de los países, también otros organismos internacionales han hecho aportes con relación al concepto de ‘empleo de calidad’. Así, por ejemplo, la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) en 2013 propuso un marco conceptual para evaluar la calidad del empleo, como elemento clave del bienestar individual y del compromiso y productividad de los trabajadores. Para ello sugería analizar la calidad de los ingresos, la calidad del entorno de trabajo, y la seguridad del mercado de trabajo.

Señalaba la OCDE que el principal problema de las economías emergentes no es tanto la falta de empleos como tal, sino la escasez de empleos de calidad. Ello es en parte reflejo de una seguridad social inadecuada, que empuja a los trabajadores a empleos de subsistencia, mal pagados. Ello implica un alto riesgo de caer en la pobreza, incluso teniendo un empleo. Son precisamente las personas jóvenes y los trabajadores poco cualificados los que acumulan un peor desempeño en términos de cantidad (tienen las tasas más altas de desempleo) y de calidad (bajos ingresos, mayor inseguridad y peor calidad del entorno laboral). Estos factores inciden negativamente en el crecimiento futuro y en la cohesión social y contribuyen al incremento de la desigualdad

¿Por qué ofrecer trabajos de calidad a los jóvenes?

Nuestro papel como sociedad es guiar a los y las jóvenes en la transición de la educación al empleo. El acceso a un empleo decente es una poderosa herramienta para la inclusión económica, pero no solo eso. Ofrecer a los jóvenes trabajos de calidad es una forma de motivarlos a desarrollar habilidades y conocimientos útiles para su futuro. Esto les ayudará a desarrollar un sentido de responsabilidad, ética de trabajo, capacidad de trabajo en equipo y habilidades de comunicación.

Para ofrecer trabajos de calidad a los jóvenes, es necesaria la implicación de los gobiernos a través de:

  1. la implementación de políticas y estrategias dirigidas a fomentar el empleo juvenil;
  2. la mejora de las competencias de los y las jóvenes a través de programas formativos, de orientación y acompañamiento;
  3. la protección de sus derechos laborales;
  4. y la promoción de medidas de protección social inclusivas, adecuadas y eficaces.

Por su parte, los empleadores deben proporcionarles un entorno seguro, respetuoso y profesional. Esto significa proporcionarles una descripción clara de sus tareas y responsabilidades, un horario de trabajo flexible, un salario justo y una oportunidad de aprender nuevas habilidades. Los empleadores también deben asegurarse de que los jóvenes reciban una orientación adecuada y que tengan la oportunidad de desarrollar sus habilidades personales y profesionales. Esto puede incluir capacitación en el lugar de trabajo, seminarios, cursos y otras actividades de formación. Finalmente, los empleadores deben asegurarse de que los jóvenes se sientan respetados y valorados en el trabajo. Esto significa escuchar sus opiniones y respetar sus ideas, alentar la participación, y hacerles saber que están contribuyendo a la empresa.

Acceder a un trabajo permite a los jóvenes ser independientes, también poder contribuir a mantener a sus familias, aportar a la sociedad en general y empezar a diseñar su futuro. En definitiva, para millones de jóvenes el trabajo es la llave que abre el camino a sus sueños. Pero para que todo eso ocurra, y como decía mi amigo, es indispensable que los empleos que se creen en el futuro sean de calidad. Es bueno tenerlo en cuenta porque precisamente hace unos pocos días se celebró el Día Internacional del Trabajo. En este día, en casi todos los países del mundo se celebran y se recuerdan las luchas históricas a través de las cuales los trabajadores y las trabajadoras fueron ampliando sus derechos. Vistos los desafíos que plantea el futuro, queda un largo camino por recorrer. No cabe duda de que uno de los más importantes es facilitar el acceso de los jóvenes al mercado de trabajo en condiciones dignas.