BENEFICIOS DEL VÍNCULO FAMILIA ESCUELA

Anna Fillat y Cristina Morató, Técnica del Programa KOA y Project Manager Programa Komtü

¿Cómo podemos fortalecer los vínculos entre las familias y los docentes?
¿Cómo perciben los equipos educativos el esfuerzo y la implicación de las familias en el aprendizaje de sus hijos e hijas?
¿Puede una relación más estrecha entre familia y escuela reducir el absentismo y mejorar el éxito educativo?

Estas son algunas de las preguntas que nos hacemos desde el programa Komtü y el programa KOA de la Fundación Nous Cims, porque sabemos que la colaboración entre escuela y familia es clave para el bienestar emocional y académico de los niños y adolescentes.

Este artículo tiene como objetivo contextualizar la importancia y los beneficios del vínculo entre el niño/a y su familia, así como ofrecer las herramientas clave para que la escuela pueda generar cambios en sus dinámicas y reforzar una relación más estrecha y próxima con las familias.

Vínculo familia-niño/a

Los seres humanos somos seres sociales desde que nacemos. La primera relación es el vínculo afectivo que establece el niño con la familia, con la madre, padre o la persona que le dedica más horas (Ramos y González, 2017); por el medio del cual aprenderá las primeras palabras y las primeras pautas de conducta.

La familia tiene un papel fundamental en la formación de los valores, actitudes y hábitos del niño. Es en este entorno donde recibe las primeras experiencias y establece las primeras relaciones, que acontecerán la base de sus futuras interacciones. Además, la familia es la principal transmisora de la cultura y los valores. Más adelante, en una segunda fase de socialización, el niño se integrará en diferentes grupos sociales y establecerá relaciones constantes con otras personas, puesto que necesita la compañía y la interacción con los otros para su desarrollo. En este proceso, intervendrán otros agentes sociales, como la escuela o los compañeros, que asumirán, en mayor o menor grado, parte de la responsabilidad educativa que inicialmente correspondía a la familia.

Beneficios del vínculo familia-escuela

Los vínculos entre las familias y las escuelas no siempre son fáciles, pero comparten un objetivo común: el bienestar de los niños y niñas. La responsabilidad de ambos agentes es fundamental. Según Ortiz (2011), citado en De León (2011, p. 3): “La escuela por sí sola no puede satisfacer las necesidades de formación de los ciudadanos, sino que la organización del sistema educativo tiene que contar con la colaboración de los padres y las madres, como agentes primordiales a la educación.”

Según Avvisati y otros autores (2009), cuando las concepciones, las vivencias y las prácticas dentro del centro educativo dejan atrás la división entre docentes y familias, la experiencia escolar mejora significativamente y los resultados académicos tienden a avanzar. Así pues, la escuela y la familia no pueden ejercer su función educadora de manera aislada, sino que es imprescindible que trabajen conjuntamente.

Jordi Collet y Antoni Tort, en su libro “Escuela, familia y comunidad” (2017), describen cinco barreras que dificultan la relación:

  1. Considerar que las familias y la comunidad no forman parte de la escuela.
  2. Creer que los docentes tienen la verdad absoluta sobre la educación y la comunicación.
  3. No incluir las diversidades culturales familiares.
  4. No tener en cuenta las familias menos comunicativas o menos visibles.
  5. No entender las desigualdades sociales de las familias como una barrera importante.

Estas dificultades son una realidad en muchos centros educativos y suponen un reto para las escuelas, que tienen la responsabilidad de impulsar una colaboración más estrecha con las familias.

En esta línea, González-Pienda y otros autores (2002) afirman que la implicación de las familias en la educación de sus hijos e hijas influye positivamente en su rendimiento escolar: “Las niñas y niños las familias de los cuales están involucradas en su educación tienden a tener un mejor rendimiento académico, una mayor autoestima y una actitud más positiva hacia el aprendizaje. Cuando las familias están involucradas en la vida escolar de sus hijos e hijas, transmiten un mensaje claro que la educación es importante y que están comprometidas con el éxito de sus hijos. Esta participación también fomenta una conexión de confianza.”

Según Garcia-Bacete (2003), la implicación de las familias en la escuela tiene un impacto directo en el rendimiento académico de los niños. En su estudio, se demuestra que los alumnos con mejores resultados son aquellos que han recibido más apoyo familiar, hecho que favorece una mayor vinculación entre las familias y los centros educativos.

Por ello es imprescindible hacer conscientes a las familias y a los docentes de la importancia que tiene llevar a cabo este trabajo colaborativo. Por este motivo, proponemos una serie de herramientas, recursos y actividades que se pueden implementar en la escuela, garantizando horarios accesibles para las familias con responsabilidades laborales o personales y teniendo en cuenta la diversidad familiar presente en los centros educativos.

Herramientas y recursos para favorecer el vínculo familia-escuela

  1. Acogida e información para las familias
  • Incorporar al Plan de Acogida espacios y acciones para dar a conocer los canales de comunicación y participación de las familias en la vida del centro.
  • Facilitar el conocimiento del centro a través de visitas guiadas, jornadas de puertas abiertas e información sobre los proyectos educativos.
  • Crear un documento de acogida con información útil para las familias, accesible desde la web del centro y entregado en el primer momento de llegada.
  1. Apoyo y referentes para familias recién llegadas
  • Proyecto Buddy: Asignar una familia con experiencia a las familias recién llegadas, preferiblemente con un origen y una lengua similares, para facilitar la adaptación.
  • Incorporar personas de la misma comunidad migrada como referentes para familias y alumnado recién llegado, especialmente para explicar el sistema educativo en las diferentes etapas y en los momentos de transición.
  1. Espacios de encuentro e intercambio para las familias
  • Organizar talleres vivenciales donde padres y madres puedan experimentar, reajustar actuaciones y hablar de aspectos aplicables a la educación de los hijos. Donde detectar posibles necesidades y expectativas familiares.
  • Crear espacios de intercambio entre familias para debatir y compartir estrategias educativas, experiencias y recursos en relación con la educación de los hijos.
  • Promover foros y espacios virtuales de intercambio de opiniones para favorecer la comunicación entre familias y centro.
  1. Formación y capacitación para familias
  • Ofrecer conferencias y talleres para sensibilizar, informar y reflexionar sobre diferentes temáticas educativas.
    – Impulsar debates educativos con la participación de familias, profesorado y otros profesionales del ámbito educativo.
  • Desarrollar programas de capacitación para familias, dándoles herramientas para apoyar el aprendizaje y el desarrollo de los hijos a casa.
  • Organizar cursos de formación dirigidos a toda la comunidad educativa.
  • Foros en espacios virtuales de intercambio de opiniones.

Entendemos que el apoyo que, a través de estas estrategias, reciben las familias por parte de la escuela, permiten desarrollar potencialidades y estimular a los niños ante nuevos retos. Por lo tanto, las familias se tienen que poder sentir parte del proceso de aprendizaje de sus hijos e hijas.

Para nosotros la clave es empezar a generar vínculos desde I3 con el objetivo de ir en la misma dirección y sumar en el desarrollo de los niños. La cooperación entre escuela y familia es esencial para la mejora académica y personal de los estudiantes. Las estrategias mencionadas facilitan esta colaboración, pero el éxito depende del compromiso mutuo y de la creación de un espacio de diálogo donde se valoren las aportaciones de todos los agentes educativos.

Referencias

Collet, J., & Tort, A. (2011). Famílies, escola i èxit: millorar els vincles per millorar els resultats (Vol. 87). Fundació Jaume Bofill.

Epstein, J. L. (2011). School, Family, and Community Partnerships: Preparing Educators and Improving Schools. Westview Press.

González-Pienda, J. A., Núñez, J. C., & González-Pumariega, S. (2002). Implicación familiar y rendimiento escolar. Revista de Psicodidáctica, 7, 81-94.

Manjarrés Carrizalez, D., León González, E. Y., & Gaitán Luque, A. (2017). Familia y escuela: oportunidad de formación, posibilidad de interacción. Universidad Pedagógica Nacional.

Muñoz, M. C. (2009). La importancia de la colaboración familia-escuela en la educación. Innov. Exp. Educ16, 1-9.

Ramos, Y., & González, M. (2017). Un acercamiento a la función educativa de la familia. Revista Cubana de Medicina General Integral, 33(1), 100-114. Recuperado de http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0864-21252017000100009

Rivas-Borrell, S., & Ugarte-Artal, C. (2014). Formación docente y cultura participativa del centro educativo: claves para favorecer la participación familia-escuela.

Robles-Moreno, V., Arroyo, A., Mesa, J. (2024). Participació a l’Origen. aFFaC. https://affac.cat/affac/participacio-origen/

Guías

https://xtec.gencat.cat/web/.content/comunitat/escolaifamilia/Continguts-Escola-i-Families-Abril-2022.pdf

https://ioc.xtec.cat/materials/FP/Recursos/fp_edi_m01_/web/fp_edi_m01_htmlindex/media/fp_edi_m01_u4_pdfindex.pdf

Robles-Moreno, V., Arroyo, A., Mesa, J. (2024). Participació a l’Origen. aFFaC. https://affac.cat/affac/participacio-origen/