Según la UNESCO, los orientadores académicos en el Estado deben ayudar a los alumnos cuatro veces más de lo que la organización recomienda. De hecho, el ente establece que debería haber un/a orientador por cada 250 alumnos, pero en algunos centros sólo hay uno por cada 1.000. La Fundación Jaume Bofill también ha señalado la orientación como reto de país.
Como solución a esta necesidad, ZING Programme amplía su actividad en institutos de alta y máxima complejidad de la provincia de Barcelona. Por ello, el equipo de ZING ha diseñado y puesto en marcha un plan piloto durante este curso académico 2020-21, con la colaboración de la Fundación JOV.
¿Cuál es el objetivo? Crear un modelo de orientación vocacional de calidad dentro del instituto, dotando de herramientas al profesorado, de modo que pueda ser autogestionable en un futuro. Esto se realizará en el marco del programa ZING, y se creará un sello y metodología propia de ZING Vocación dentro de cada centro en el que se desarrolle el proyecto.
Primeros pasos durante el curso 2020-21
El proyecto piloto se ha iniciado en dos centros públicos de educación secundaria: el Instituto Escuela de Badalona y el IES Consell de Cent, en Barcelona. De febrero a junio, se han llevado a cabo orientaciones semanales a los grupos clase de 4º de ESO. A todos ellos se les ha facilitado herramientas de autoconocimiento y recursos para elegir los estudios más adecuados según motivación, competencia y salida profesional.
Estos encuentros mensuales con los alumnos se han complementado con sesiones en grupos pequeños y orientaciones individuales.
El paso por ZING Vocación impulsa los itinerarios vocacionales de jóvenes que tienen la opción de dibujar su futuro sin que el aspecto económico sea un condicionante. Esto es así ya que ZING ofrece becas de estudios, tras un proceso de valoración y selección de los candidatos/as, en el cual justamente la vocación es un valor fundamental.
Acompañar a los docentes para impactar en los jóvenes
Además del trabajo con los jóvenes en el aula, uno de los objetivos del proyecto es favorecer la autonomía de los centros educativos como expertos en vocación. Por ello, se está trabajando en una guía de acompañamiento para el personal docente con materiales y recursos para acompañar a los y las jóvenes, además de un programa de evaluación.
El centro también recibe formación continua en la metodología del proyecto, además de un espacio de acompañamiento, consultoría y escucha para los profesores.