LA TRANSFORMACIÓN DIGITAL EMPIEZA POR LAS PERSONAS: EL CAMBIO CULTURAL COMO PILAR FUNDAMENTAL

Xavi March, Director Corporativo, y Guillermo Romero, Data Analyst.

En los últimos años, la tecnología ha evolucionado a un ritmo vertiginoso. Conceptos como la inteligencia artificial generativa (AI), el machine learning, blockchain, el metaverso o el Internet de las cosas (IoT) están redefiniendo la manera como las organizaciones operan y se relacionan con su entorno.

Este ritmo intensifica la necesidad de actualización constante por parte de las organizaciones para mantenerse a la vanguardia. A pesar de esto, a menudo los proyectos de transformación tecnológica se focalizan exclusivamente en las herramientas y las plataformas, olvidando un aspecto esencial: el cambio cultural.

Ningún proyecto de digitalización puede lograr el éxito esperado sin un desarrollo paralelo de las personas que lo tienen que llevar a cabo. Las organizaciones tienen que adaptar no solo sus herramientas, sino también sus percepciones, prácticas y maneras de trabajar. Al final, el factor determinante para el éxito de una transformación digital no es solo la tecnología implementada, sino las personas que forman parte.

El cambio tecnológico es también un cambio cultural

Cuando hablamos de transformación tecnológica, a menudo nos centramos en la implementación de nuevas plataformas, software o sistemas de gestión. Sin embargo, la auténtica transformación empieza con el cambio de percepción de los equipos y de la dirección de las organizaciones sobre el potencial de la tecnología en su día a día. Este cambio cultural implica romper barreras tradicionales, como la resistencia al cambio, el miedo a perder autonomía o la carencia de confianza en las herramientas digitales.

La dirección tiene un papel clave en este proceso: liderar con el ejemplo, promover una cultura de colaboración, aprendizaje continuo y adaptabilidad. Según el informe “Digital workplace and culture” de Deloitte, las organizaciones que priorizan el desarrollo de sus equipos durante las transformaciones digitales experimentan una mejora significativa en innovación y productividad.

Además, tal como se apunta al informe “Unlocking success in digital transformations” de McKinsey, aproximadamente el 70% de las iniciativas tecnológicas no logran sus objetivos a causa de la carencia de alineación cultural y la resistencia al cambio. Estos datos subrayan la importancia de enfocar los proyectos digitales desde una perspectiva global, que incluya no solo la tecnología sino también la evolución cultural.

Preparar la organización para las nuevas formas de trabajo

Adoptar nuevas herramientas digitales no implica simplemente implementarlas, sino también transformar como se concibe, se organiza y se realiza el trabajo diario. Esta evolución requiere preparación y compromiso a diferentes niveles.

En primer lugar, es esencial realizar un diagnóstico inicial del estado de la cultura digital de la organización. Esto incluye identificar qué prácticas ya están alineadas con las nuevas formas de trabajo y cuales necesitan ser evolucionadas.

A continuación, hace falta implicar a los equipos desde el principio del proceso, escuchando sus necesidades y mostrando como la tecnología puede beneficiar su día a día. Esta comunicación bidireccional es clave para que la tecnología apoye las necesidades de las personas, ayudará a identificar problemas con mayor facilidad, enriquecerá el funcionamiento con ideas más innovadoras y a la vez fomentará el sentimiento de pertenencia.

También es fundamental que la dirección y los cargos intermedios se conviertan en abanderados del cambio. Tienen que liderar con el ejemplo, promover una cultura de confianza y permitir a los equipos experimentar con las nuevas herramientas sin miedo al error. Esto ayudará a consolidar las nuevas maneras de trabajo.

Finalmente, la organización tiene que garantizar formación continuada, no solo en aspectos técnicos sino también en habilidades transversales (soft skills) como la flexibilidad, la colaboración o la innovación. Esta inversión en las personas permitirá no solo adaptarse al cambio, sino también generarlo de manera proactiva en el futuro.

Las personas como factor crítico de éxito

Cómo hemos destacado anteriormente, el éxito de cualquier proceso de transformación digital depende en gran medida de la implicación de las personas. Los equipos, los líderes y la cultura organizativa son los verdaderos motores del cambio, asegurando que la tecnología se integre plenamente en el día a día de la organización y aporte valor real.

Cuando las personas entienden el “por qué” de la transformación, es más fácil que contribuyan activamente con el “como” y el “qué”. Esta comprensión genera compromiso y facilita la transición hacia nuevas maneras de trabajar.

El liderazgo juega un papel decisivo en este proceso. Los líderes no solo tienen que adoptar los cambios, sino también inspirar y guiar a los equipos, comunicando una visión clara de los beneficios compartidos que comporta la transformación digital. Este liderazgo tiene que ser transversal, involucrando no solo a la dirección sino también todos los niveles de la organización.

Por último, cuando una organización impulsa un proceso de cambio de esta magnitud, es fundamental que sea consciente del esfuerzo añadido que este supone para las personas. Adoptar nuevas herramientas o procesos implica una adaptación progresiva, la pérdida temporal de algunas funcionalidades ya adquiridas o incluso aprendizajes que hasta ahora resultaban cómodos y eficientes. Estas transformaciones pueden generar ciertas incomodidades y una carga extra, más allá de los beneficios esperados que se obtendrán con el tiempo. Reconocer esta realidad permite a la organización actuar con el máximo de respeto y cuidado hacia el equipo, estableciendo mecanismos de acompañamiento y planificando las acciones que minimicen el impacto. A la vez, para sostener este cambio a largo plazo, es vital construir una cultura que priorice el bienestar y el desarrollo personal. Más allá de la eficiencia tecnológica, es importante poner el énfasis en como esta eficiencia puede mejorar el día a día de las personas, tanto internamente como externamente.

Como lo hemos hecho en Nous Cims

En Nous Cims, el crecimiento de más del 60% del equipo en los últimos tres años ha hecho evidente la necesidad de fortalecer nuestra cultura digital para hacer frente a los retos de una organización en constante cambio y adaptación a las necesidades estratégicas definidas en el marco estratégico. En este contexto, en 2023 se creó el Consejo de Estrategia Digital (CED), un espacio clave para ayudar a definir y promover una cultura que ponga a las personas en el centro del proceso de transformación digital. Hay que hacer especial mención que en este Consejo participan personas de cada área de la fundación y de diferentes roles.

El consejo no es un espacio de decisión ni de ejecución de proyectos, sino que actúa como un motor para alinear la tecnología con la cultura de la fundación. Siendo este un espacio de acompañamiento y reflexión donde se trabaja de manera colaborativa para crear las bases de una transformación que sea integradora, sostenible y alineada con los valores de Nous Cims. Para garantizar este enfoque cultural, el consejo se organiza en dos comisiones principales: la Comisión de Comunicación y Capacitación y la Comisión de Gestión del Cambio.

La Comisión de Comunicación y Capacitación se centra en conectar las personas con los proyectos digitales, asegurando que la información fluya de manera clara, accesible y bidireccional. Algunas de sus iniciativas incluyen:

  • Comunicación: Se trabaja para explicar a toda la organización las actualizaciones digitales, destacando no solo los aspectos técnicos, sino también los beneficios reales que aportan en el día a día de los equipos. Esta comunicación se hace con un lenguaje sencillo y próximo para romper cualquier barrera técnica o conceptual.
  • Capacitación: Se diseñan formaciones específicas conjuntamente con los consultores digitales para dotar a los equipos de los conocimientos necesarios para el buen el uso de nuevas herramientas, fomentando la confianza y la autonomía de las personas. En estas sesiones no solo buscamos cubrir los aspectos técnicos, sino también habilidades transversales como la colaboración y la adaptabilidad.
  • Espacios de interacción y feedback: La comisión está trabajando para buscar espacios donde los equipos puedan plantear dudas, compartir inquietudes y hacer sugerencias, ayudante a generar complicidades y confianza en el proceso de transformación digital.

La Comisión de Gestión del Cambio tiene como objetivo acompañar la organización en el proceso de cambio, creando un entorno que fomente la adaptación y el aprendizaje. Sus funciones principales son:

  • Realizar diagnósticos y seguimiento: En este apartado cuales son los principales retos y barreras culturales ante el cambio digital, así como las oportunidades para reforzar la implicación de los equipos.
  • Creación de una cultura de cambio: A través de talleres, dinámicas y materiales específicos, esta comisión contribuye a construir una cultura digital donde el cambio sea percibido como una oportunidad y no como una amenaza.
  • Acompañamiento personalizado: Para nuevos proyectos digitales de la organización se realizan tutorías para guiar a los promotores a ver el encaje dentro del ecosistema actual y ver las sinergias entre otras opciones. Al mismo tiempo, estamos trabajando la figura del mentor digital para que sean personas referentes de cada tecnología utilizada dentro de la organización.

Con estas miradas no solo promovemos la implementación de soluciones digitales, sino que trabajamos activamente para crear una cultura digital participativa y orientada al futuro. Esta aproximación ayuda a garantizar que el proceso de transformación digital se entienda como una evolución natural y compartida, y no como una imposición tecnológica.

Con esta aproximación, pretendemos que la transformación digital no se conciba como una simple inversión en tecnología, tomando conciencia que su éxito depende de la capacidad de la fundación para alinear esta inversión con una transformación cultural. Esto requiere no solo una implementación técnica adecuada, sino también un acompañamiento a las personas que formamos parte, proporcionando formación, comunicación y apoyo.

Innovació i transformació digital: reptes i oportunitats: oikonomics

Unlocking success in digital transformations: McKinsey & Company

Digital workplace and culture: Deloitte

Les palanques de l’èxit en la transformació digital: oikonomics

Digital transformation: Improving the odds of succés: McKinsey & Company